Y se aprobó, nomás, la reforma al Consejo de la Magistratura. En el fondo creo que lo peor que tiene el asunto es la intención, porque ese engendro creado a partir del pacto de Olivos, no ha servido nunca de mucho y dudo que alguna vez sirva para algo.
Lo que es claro, es que para lo que sea que funcione, va a ser un dispositivo para oficializar ukases del gobierno sobre la justicia. Algo bastante innecesario, ya que a través de promociones, aprietes, jurys, y demases ya estaba asegurado el control de lo que debería ser un poder independiente.
149 votos obedientes le pintaron la sonrisa al Néstor, que hace poco tiempo se preocupaba por llegar al mínimo de 127. Entre los que votaron la iniciativa oficialista hubo radicales, y por supuesto ex duhaldistas, de esos que votan "a conciencia".
En la perorata del día Kirchner se feclicitó de haber vencido al pacto de Olivos, de haber derrotado a las corporaciones, y de haber callado a la oposición.
Cuando se asiente el polvo, se va a ver que lo único que ha sido roto es el imperio de la ley en la Argentina.
2 comentarios:
Atendiendo al título del post, creo que el problema no es tanto de legalidad como sí de legitimidad. No hace falta decir que esta ley es inconstitucional.
La CSJN se va a tener que expedir sí o sí, y tengo información de que si le piden desde el poder ejecutivo hacerlo de forma favorable, podrían renunciar algunos jueces.
ya hemos previsto , marcosktulu, que en caso que haya jueces díscolos, que desde la Secretaría de Hábitat y Confiscaciones les vamos a declarar de interés social las viviendas, casas de veraneo, etc.hasta que cambien de opinión.
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