El regreso del Tren Bala criollo

Vuelve el gran sueño justicialista. El mismo que enunció el Adolfo en el punto 46 de su propuesta de 100 medidas de gobierno. El mismo que se proclamó en 2004 cuando el país iba a reventar de tanta inversión china.
Ahora a caballito de la indispensable y siempre demorada obra del Plan Circunvalar, y casualmente dos días antes de un acto partidario que trae a todo el pingüinaje a la ciudad, el Néstor promete un “Tren rápido” que una Buenos Aires y Rosario, para lo que asegura disponer de 500 millones de dólares.
Esa plata es bastante menos de los necesarios para un auténtico Tren de Alta Velocidad, que ronda los 12 millones por kilómetro, y que hace presuponer que el Shinkansen criollo difícilmente llegará a superar los 200 km/h necesarios para entrar esa clasificación.
Con suerte y viento a favor, a lo mejor recuperamos un servicio que alcance el promedio de 120 km/h, que estableció en 1939 una locomotora Capriotti del Ferrocarril Central Argentino, en las épocas en éramos oprimidos y expoliados por los capitales ingleses.