En 1852 cuando la tiranía de Rosas se hacía intolerable, todos los opositores se alinearon en lo que se llamó El Ejército Grande. Urquiza comandaba, pero Sarmiento era su boletinero y Mitre su comandante de artillería. A pesar de sus diferencias políticas, algo los unía, el proyecto común de erradicar al tirano y construir definitivamente las bases constitucionales del país. Hoy otra vez hace falta que todos los que nocomulgan con las tropelías del actual gobierno se sumen y se organicen con un ideal común, claro y simple: el imprescindible convencimiento de que hay que volver en la Argentina al imperio de la Constitución y a sus principios republicanos.
Esta mañana yo también recibí una invitación de Compromiso para el Cambio. Una redacción pobre, que invita a sumarse a un proyecto vago y difuso "Queremos que te sumes, que participes, que vengas y nos conozcas, sepas cuales son nuestros objetivos y propuestas, y puedas aportar los tuyos". Lo único que se define en concreto es lo que sabe todo el mundo: "estamos armando Compromiso para el Cambio (CPC) en la Provincia de Santa Fe, el partido que es liderado a nivel nacional por el Ing. Mauricio Macri."
Propuestas es mucho pedir a ésta altura, ya sé. Pero de principios, nada. De posiciones ideológicas, tampoco. Ló único que hay para ofrecer es un nuevo deus ex machina, que asoma en la escena y que necesita una cohorte de seguidores incondicionales, que peguen sobres y repartan volantes en la peatonal. Y eso, no nos hace falta. No nos hace falta otro caudillo. Hace falta otro Ejército Grande.
1 comentario:
A mí no me agarran de nuevo con otro "partido liderado por...".
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