Guillermo viene dedicandose al apriete que los diputados oficialistas (o kakistas, que les queda mejor) le vienen pegando a la diputada santafesina Alarcón, que osó ponerse del lado de sus representados en lugar de encolumnarse al mandato del ejecutivo.
La cuestión no hace más que confirmar que hace rato que la división de poderes se extinguió en la Argentina, única explicación para que un tipo como el "Chivo" Rossi sea el jefe de la bancada oficial en el Congreso.
Rossi, que llegó a ser candidato a diputado de la misma manera que el Néstor presidente (por deserción de los rivales), era apenas concejal en Rosario, y sin posibilidades de aspirar a mucho más, por lo que su llegada a un puesto tan significativo sólo se explica por su incondicional fidelidad a la voz del amo. Como dice el Martín Fierro, es al ñudo que lo fajen.
En tiempos en que es difícil encontrar a un político que diga las cosas tal cual son, merece todo mi respeto que la dipudada María del Cármen Alarcón, elegida por el kirchenrista Frente para la Victoria, ponga los puntos sobre las íes, y aclare además que hoy muchos dirigentes no hablan por miedo. Falta que diga que los otros apoyan por plata y tenemos el diagnóstico completo de la realidad argentina.
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