Guillermo Fariñas lleva cuatro meses de huelga de hambre (*), y su deterioro físico es ya irreversible. Hace unos días lo intervinieron quirúrgicamente por un hemotórax, y hace tiempo está en cuidados intensivos.
Su vida se extigue en reclamo de algo tan simple, pero a la vez tan difícil de conseguir: acceso a internet, en Cuba.
Su vida se extigue en reclamo de algo tan simple, pero a la vez tan difícil de conseguir: acceso a internet, en Cuba.
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