El miércoles una protesta de estudiantes frente a la Universidad de la República, en El Salvador, para repudiar alzas de precios en la electricidad y en reclamo del medio boleto para el transporte público terminó con dos policías muertos y otros diez más heridos.
Resulta que cuando los agentes antimotines se aprestaban a dispersar a los manifestantes, los recibieron con fuego de armas automáticas. Nada de tumberas, ni lechuceros treinta y dos. Ráfagas de fusiles de asalto M-16.
Gracias a las fotos de la prensa se identificó a uno de los tiradores, que actuó apoyado -al uso militar- por su "buddy". Resulta que los dos son militantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que el tirador tuvo entrenamiento militar en Cuba , y práctica como tirador en Nicaragua, a cargo de un "experto" peruano.
Pero claro, esas cosas acá no ocurren. En la Argentina no pasa nada ni remotamente parecido. No hay activistas de la izquierda radicalizada, y mucho menos manifestantes armados.
¿Dónde es que quedaba Las Heras?
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