La Película de Atucha

Hace poco, a partir de que la ministra de Defensa se ilustró a través de un película sobre como funcionaba la administración de la aviación civil en la Argentina, se decidieron cambios profundos en el sistema. Vendría bien que alguien se dedique a filmar una película sobre a cómo maneja el Estado las centrales nucleares.
A pesar de que los diarios le han dado escaso lugar a la noticia, la central nuclear de Atucha acaba de quedar fuera de servicio por una pérdida en el sistema de enfriamiento, lo que no es una pavadita para atar con alambre.
La falla aparece muy oportunamente, mostrando a la vez un conjunto de fenomenos diversos (por eso hablo de Síndrome de Atucha) que vale la pena enumerar.
Primero: La central revienta justo cuando el gobierno asegura que no hay problemas de abastecimiento energético, el que ahora, conun 3% menos de suministro va a quedar tecleando, demostrando que en la evaluación del estado de suministro de energía el "sin problemas" fue estampado a la ligera y sin considerar eventualidades como esta.
Segundo: La pinchadura de un caño del circuito de enfriamiento, aunque lejos, muy lejos de ser un accidente grave, tiene que haber producido liberación de radiación al medioambiente. Siendo que esto sucedió hace diez días, y que a nadie se le movio un pelo por esto, demuestra que las preocupaciones ambientales del Néstor, Picolotti y demases es juego para la tribuna.
Tercero: Parece que los técnicos de la planta venían marcando hace rato los déficit de mantenimiento de un sistema que no es justamente, una pavada. Algún maldito asegura que los informes fueron cajoneados en el Ministerio de Planificación, donde patearon para adelante el problema con tal de mantener la generación a tope.
Cuarto: prometen un arreglo, que debe hacerse en un área de muy alta radiación, para menos de tres meses. Sin embargo, el trabajo debería acometerse con un robot, que -sin duda alguna- no está disponible. En los años de Alfonsín por una falla similar los diseñadores recomendaron despedirse de la central y darla de baja. La CNEA de entonces decidió arreglarla, en un proceso que llevó bastante mas de tres meses. Si no me falla la memeoria duró unpar de años. O sea, que tambien se miente con la facilidad y factibilidad de la reparación.

Y Quinto, todo el asunto se da cuando el gobierno anuncia un Recontra Plan Nuclear, que pondría en servicio Atucha II, la planta de Pilcaniyeu, y si nos descuidamos hasta la fusión fría de Isla Huemul.

En síntesis, aparecen síntomas de que lo que mejor se emplea para administrar el país es el verso. Pero el verso no se lleva bien con la energía nuclear.

¿No hay un Piñeyro para esto?