Desconociendo el refrán que dice que no hay que morder a la mano que te da de comer, el gobierno del Néstor repite la "exitosa" estrategia de la carne y ahora prohibe las exportaciones de maiz.
La justificación es que la suba de las ventas al exterior, y el alza de los precios internacionales, va a impactar en los precios internos, lo que se reflejaría en el índice de precios al consumidor, que se empeñan en mantener controlado aunque desbarajusten todo el andamiaje productivo del país en el intento.
La indiceología así sigue inventando métodos de intervenir y distorsionar el funcionamiento de la economía, ayudando a inflar un globo que cuando explote va a salpicar a todo el país. La furia controladora sobre los precios ha dado lugar a controles online, haciendo la situación cada día un poco más delirante.
3 comentarios:
Gracias, corregido
Qué país extraordinario, primero la carne y ahora el maíz. Me imagino que el próxima paso es el trigo, después la soja y cartón lleno.
La historieta con los productores termina como anticipó Cachanosky: nadi va a seguir produciendo nada que sea de consumo interno y, por ende, condicione votos para el Néstor.
De a poquito, el Gran Estadista va a lograr que el campo argentino no produzca más carne, ni trigo, ni maíz, ni girasol.
Solamente se va a sembrar soja, ya que a sus productores sólo se les roba con las retenciones pero a nadie del gobierno le importa el precio al que la venden ni cuánto exportan.
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