La elección de Misiones dejó una marca evidente en la política nacional. El fracaso de la dádiva como herramienta política, la gente eligiendo en contra de los millones regalados por el aparato oficial creo que no pegó tan duro como la sorpresa de descubrir que las encuestas no son todo, y que a pesar de un 150% de "imagen positiva", la piña viene igual.
Las consecuencias del fracaso de Rovira ya las sintieron Fellner y Solá. Y seguramente las debe estar mascando el Néstor, que sigue sin decir una palabra sobre el fracaso estrepitoso de su pollo misionero.
El que no se enteró de nada, en cambio es el ganador nato: Rafael Bielsa (qué jugador!) que demostrando una vez más que lo suyo es de antología volvió a las sandeces de siempre: "que los que votaron contra Rovira quieren evitar que el país siga adelante" (como si el camino al progreso se cimetara repartiendo colchones y cheques de mil pesos); y que el frente que apaleó al gobernador es "ni más ni menos que otra Unión Democrática".
La más sabrosa de las frases del winner es la que tilda de "ignorantes" a los que pensaron que las balas de San Vicente eran un retroceso de 3 décadas. El jugadorazo explica que "hace treinta años la violencia estaba en el centro de la discusión y ahora está en las márgenes", haciendose el otario respecto a que el tirador era apenas un hombre de confianza del secretario de la CGT, el mismo al que el presidente le confía la responsabilidad de mantener las protestas sindicales bajo control. O sea, que siguiendo la lógica del recagandidato el poder está en manos de barrabravas.
Bielsa, un champion.
2 comentarios:
No por nada en los carteles de la campaña a gobernador le pintan "payaso". Es el entretenedor de la platea santefesina.
Mak
Pese a que el proyecro del Gobernador Absoluto derrapó, todavía podrían intentar algún tipo de reforma constiucional para que cualquiera que haya visitado las cataratas pueda ser gobernador de Misiones y, así, lanzarlo al Rafa de cagandidato reloaded x3.
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