¿Que pasa en Bolivia? Fácil. Evo Morales llegó al poder con un enorme respaldo popular, convencido que su triunfo electoral implicaba un mandato para reconstruir el país con su proyecto mezcla de castrochavismo y utopía regresiva, añorando el extinto Tahuantinsuyo.
Con el mesianismo típico de los caudillos hispanomericanos jamás pensó en negociar nada con nadie. Sólo su Movimiento al Socialismo podría tener opinión en el proceso.En seguida la cosa demostró que no sólo los que no lo votaron para presidente, sino que muchos de los que lo apoyaron, no están dispuestos a aceptar otra experiencia delirante como la de la Revolución Boliviana de Paz Estenssoro, con Evo dirigiendo autocráticamente los destinos del país.
Por eso, los cuatro departamentos más ricos de Bolivia votaron en el referéndum abrumadoramente por la autonomía -inexistente en un país organizado centralmente. Evo, el MAS, y la izquierda delirante, sólo explican la cosa diciendo que quienes no lo apoyan son "los de siempre": las oligarquías, las familias acomodadas, los "vendepatria".
Sin embargo, parece que "los de siempre" son suficientes para rechazar la aparateada del MAS en la Constituyente que desde hace meses está paralizada, desde que violando la propia ley de convocatoria los asambleistas oficialistas se adjudicaron el rol "originario", y proclamaron que la mayoría a considerar es la mitad mas uno, con intención clara de pasar al cuarto a la oposición.
Evo parece que no conoce el refrán, y después de sembrar viento recoge tempestades. Pando, Beni, Tarija y Santa Cruz, (el 50% del PBI ) con sus autoridades impulsadas por los movimientos cívicos han anunciado la creación de una liga autonómica, y especialmente en Santa Cruz (33% de la superfie y 23% de la población económicamente activa del país) ya se reclama la independencia.
Es claro que Bolivia no es toda de Morales. La propia designación de los sectores en pugna muestra el cisma: por un lado los "movimientos sociales"; por el otro los "cívicos". Como si una cosa excluyera la otra.Todos los días aparece algún indicio de que la cosa empeora. Los "movimientos sociales" del Oriente amenazan a los "cívicos" y piden que no reclamen más nada. Para agregar un toque violento, en La Paz, quemaron una efigie del prefecto cruceño mientras los indígenas prometen su sangre para asegurar la integridad del territorio. Por el otro lado , miles y miles de militantes "cívicos" guardan ayuno reclamando que el MAS dé marcha atrás en la constituyente y escuche a las minorías. Para hacerlo más gráfico, muchos reposan en ataúdes.
El deterioro es lento e inexorable, el país parece copiar la ruta haitiana para confirmar su destino de Estado Fallido.
Pero algo podría ocurrir. Que un giro de timón cambie abruptamente el curso de colisión con la historia que lleva Morales, o -más probablemente- que algún actus belli rompa esa asíntota y la curva cambie violentamente la pendiente.
Santa Cruz, en el ojo de la tormenta, tal vez cumpla con el lema de su heráldica ("¡Arriba cruceños, hagamos historia!) y marque un episodio realmente revolucionario en una región que parece trágicamente signada por las fracturas, las divisiones, y los enfrentamientos radicalizados entre bandos que tienen la prepotencia como único discurso.
1 comentario:
Si yo mal no recuerdo hace un año también estuvieron al borde la guerra civil, pero por suerte no pasó a mayores.
Y K se debe creer que nos van a mandar todo el gas que dicen...
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