Para que el artículo 5 del Pacto OTAN entre en vigor, debe producirse un ataque armado sobre un miembro de la OTAN en Europa o Norteamérica. Los miembros de la OTAN se reúnen entonces para estimar la situación y declaran que se dan las condiciones para actuar según el Pacto. Eso fué justamente lo que ocurrió tras el 11 de septiembre de 2001. Allí se sentaron las bases legales de un precedente hasta entonces desconocido: no hay diferencia entre si el ataque viene de un Estado enemigo o de una organización terrorista. De esta forma, la OTAN estableció que un Estado debe también impedir los ataques que salen de su propio territorio. Si no está en condiciones o carece de voluntad para hacerlo, deberá atenerse a las consecuencias. Un ataque de guardias revolucionarios iraníes en un territorio extranjero entra perfectamente en este último supuesto
Sin embargo, el automatismo OTAN no cabe ser aplicado aquí, ya que no hay ataque en Norteamérica o Europa. PERO: los soldados británicos estaban bajo mandato de las Naciones Unidas. De esta forma, la ONU es la responsable de la protección de las fuerzas activas en sus misiones. Si rechaza esta función de protección, podría ser harto difícil en el futuro que alguien pusiera tropas a disposición para misiones de la ONU. Y: según la nueva doctrina de la OTAN - cambios realizados bajo Clinton -, si la ONU es incapaz de solucionar una amenaza a la paz mundial, las fuerzas de la OTAN pueden asumir esa tarea. En estos principios se basó la intervención militar en Kosovo. Las herramientas para el caso de emergencia existen, pues. El asunto será interesantísimo cuando Chavez decida atacar las Antillas Holandesas.
Pero volvamos a lo que nos ocupa. Hay motivos para hacer algo en el caso de Irán?:
- Buena parte de los dirigentes iraníes afirman desde meses que se encuentran en guerra con occidente.
- Hassan Abbasi, ideólogo jefe del Presidente iraní, presentó hace algunos meses la estrategia global de su patrono. Según ese documento estratégico, “Gran Bretaña” es “la madre de todos los males” y los EE.UU, Australia, Nueva Zelanda, Israel y el Canadá no son más que “ramas nacidas del tronco nocivo del Reino Británico”. El objetivo es claramente la “destrucción de la civilización anglosajona” mediante un ataque en “29 plazas sensibles de occidente”. Una vez destruídos los anglosajones, los demás “saldrán corriendo temerosos por sus vidas”.
- Los soldados de la Guardia Revolucionarai Iraní se encontraban armados en el momento de la detención de los Británicos en territorio extranjero - con la intención de una acción militar. La captura de soldados extranjeros es una acción militar, recuerden.
Además, podemos concluir que Irán incumple el derecho internacional en vigor mostrando a sus prisioneros en televisión; incumple el derecho internacional en vigor forzando a una mujer-soldado a llevar un trapo en la cabeza; incumple el derecho internacional en vigor cuando amenaza a los soldados con una acusación por espionaje; incumple el derecho internacional en vigor cuando les fuerza a declaraciones de autoinculpamiento. ¿Pero, qué les importa a ellos el derecho internacional?
La conducta de los dirigentes iraníes se ha convertido en un problema sólo como consecuencia de la mojigatería de la comunidad mundial. Irán nunca a tenido que pagar un precio político por sus numerosas acciones criminales. Puede amenazar a otros Estados con del genocidio, dejar que las embajadas extranjeras salten por los aires y realizar acciones militares en territorios extranjeros (Irak, el Líbano, Argentina, Francia). Las cuentas les han salido siempre bien a los Mullahs. ¿Y nos asombramos de que, comportándose como una banda de asaltadores, secuestren ciudadanos extranjeros sin importarles lo más mínimo las normas más elementales de dercho?
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