Mientras Bolivia iba de crisis en crisis, y los llamados "movimientos sociales" tumbaban presidentes, se había avanzado en la posible firma de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, algo nada nuevo ya que a través de los acuerdos de erradicación de drogas del ATPDEA se le concedía a miles de productos locales beneficios arancelarios a cambio de erradicación de cultivos ilegales.
Evo llegó y tiró por la borda no solo una posible vía de acceso de los productos bolivianos al mayor mercado mundial, sino que además -obvio- quedó afuera de cualquier renovación del ATPDEA.
Pero a cambio, Morales sacó a relucir otra variante que se anunció "éticamente superadora" a un TLC: en lugar de venderle a Estados Unidos, fuente de toda la maldad neoliberal, firmó con Venezuela y Cuba un "Tratado de Comercio de los Pueblos", dentro de la elusiva Alternativa Bolivarina para las Américas, ALBA, que con una sola letra de diferencia encarna el némesis del ALCA.
A un año de la firma del acuerdo -hecho como siempre con promesas de igualdad, liberación y antiimperialismo- no solo Cuba le compró más a Bolivia, sino que Venezuela le puso más restricciones al comercio bilateral. Un éxito.
3 comentarios:
Nada de que extrañarse. La integración comercial, y el progreso del intercambio siempre se dieron con gobiernos "neoliberales", en cambio todos los seudonacionalistas no hicieron otra cosa que bombear las iniciativas integracionistas
Francisco P.
Es de suponer que Cuba, fiel a su tradición, no pagará un mango de sus importaciones. Evo, te quedaste sin el pan y sin la torta.
Fernando R. Rodríguez
Me gusta en los comentarios de lectores del diario, uno que llma a Evo "el poto con orejas"
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