4 de junio de 2007

Pasaje a la realidad

Es evidente que algo hay en la superestructuras políticas de la Argentina que hace que en algún punto, los políticos que llegan al poder, pierdan totalmente el contacto con la realidad y se sumerjan en un mundo de fantasía. No es de ahora, el lo que hace ochenta años se explicaba con el improbable diario de Yrigoyen.

Desde entonces, el fenómeno se repitió a cada rato demostrando que no hace falta estar gagá como el "Peludo" para aislarse en una realidad propia. Desde el '83 para acá, el fenómeno se ha ido repitiendo sistemáticamente. En el gobierno de Alfonsín, es de antología el anuncio de la creación de la Segunda República, casi tan delirante como la fantasía del Tercer Movimiento Histórico, y la promesa de llevar la capital a Viedma, cuando la economía del país reventaba como un globo. En menos de seis años de gobierno la realidad se lo llevó puesto, con saqueos y violencia en la calle.

En los años de Menem, la desconexión fue de tono circense, con episodios de comedia bufa, con el gordo Gostanian repartiendo memorabilia en Punta del Este, y los sueños de Primer Mundo, a metros de las villas. Aunque en el caso del Carlo, el alzheimer colectivo pretende agrandarle las culpas para sacarse de encima la "fiesta" de gastos suntuarios, viajes, Armanis y Versaces que atravesó a la sociedad argentina, mientras el aparato productivo del país implosionaba. Tal vez esa implicación colectiva en una realidad paralela lo eximió de una colisión violenta con la realidad, pero a cambio lo condenó a ser para muchos la personificción del Mal.

En el gobierno de De la Rúa, el efecto irrealidad arrancó desde el primer día, con las fantasías de ser el Tony Blair criollo, y el seudoprogresismo de la caterva de infelices que se autoerigieron en "intelligentzia" con aires superados, al ritmo de Agulla y Baccetti. Los dos años de no-gestión en de un gobierno anclado en la fantasía terminaron en un topetazo con la realidad que fue de los más violentos de la historia argentina.

Kirchner empezó su gobierno de otra manera. A cambio de aislarse en una burbuja como De la Rúa, o de zambullirse de cabeza en una irrealidad colectiva, como Menem, optó por otra variante: construir una realidad paralela para convencer a la sociedad de que todo está bajo control. La política de medios, el manejo de los índices, y el culto encuestológico caracterizan esa pasión por construir un presente -redibujando el pasado, de paso- que marca el paso del Néstor.

Pero como dice el dicho, a cada chancho le llega su San Martín. Y la mentira oficial se está poniendo groseramente en evidencia. Los resultados de las elecciones no se pueden "intervenir" como los números del Indec, de manera que cuando el ministrito Fernández asegura que el verdadero ganador de las elecciones porteñas fue Filmus, cae en un ridículo que es demasiado hasta para Pagina/12.

La realidad, que en la Argentina tiene la costumbre de no aparecerse de modo amable, los está golpeando en la cara, mostrando que los impulsa una actitud mesiánica similar a la que hace treinta y pico de años dio sustento a violencia, cuando otros tan mesiánicos como ellos se creyeron voceros del pueblo. Ahora, aunque todavía no muestran las armas, se arrogan la voz del pueblo para asegurar que Buenos Aires "no será entregada a la derecha". Está en los porteños hoy, y en todos los votantes en breve, demostrar que la realidad está en otro lado.

3 comentarios:

MarcosKtulu dijo...

Si cada uno se hubiera mantenido en su rol, esto no habría pasado de lo que le tocaba ser: una elección municipal en un raro distrito, híbrido de los 3 niveles de gobierno, pero más que nada con baches, plazas y esos asuntos pedestres.
Si hubiera primado la sensatez, Filmus tendría que haberse bajado, como corresponde a todo aquél que perdió su verdadera chance (recordar elecciones de Carlos y Mingo) de conservar la dignidad tras una segunda vuelta.
Con todo lo que dijo hoy cada uno de los obsecuentes de turno, delegado Filmus incluído, cualquiera tendría que poder arribar por sus medios a la conclusión que nos estás acercando. El Líder y su séquito ha llegado a un grado de aislamiento que la pérdida de la realidad se ha hecho tan patente como en las postrimerías de los gobiernos del Peludo, Alfonso, Carlos, De La Rua, y hay más ejemplos pero no sigo. Pero el mejor ejemplo que me viene a la mente está en los últimos días de Hitler, cuando ordenaba contraataques (suicidas, para colmo), ¡con divisiones inexistentes! Todavía no estamos en la caída, pero sabemos que estas historias como las que pretende protagonizar el Mesias austral no terminan bien.

Anónimo dijo...

Estimado RB:
Fijate que segun los datos de Clarin de hoy el ganador fue ËL AUSENTE" :Votantes/Padron 30.8%
Segundo Macri:30.5%
Y no me tomo el trabajo de contar los anulados,blanco...
El "gran ganador"saca un 15%!!!

Creo que la gente no va a votar porque esta podrida de esta manga de delincuentes peronistas.
Cordiales saludos
ramon cassino

Anónimo dijo...

¿Y este impresentable caradura dice que Carrió debe "reflexionar sobre la política de desacreditación permanente del adversario"?
Es de no creer. Tienen la cara pétrea.(Aclaro que no me gusta en absoluto la señora Carrió)

Raúl