Desde la instalación del kirchnerato, una buena parte de los sobrevivientes de los años setenta devenidos funcionarios y "pensadores", como los comunicadores que de estar en la vereda de enfrente se pasaron al equipo del poder, se han regodeado con las referencias a la "utopía" que presuntamente impulsaba la "generación maravillosa" que ellos integraban treinta años atrás.
En ese discurso nuna se especifica mucho cuál es la utopía en cuestión, al punto que uno termina por creer que la cuestión central del proyecto era hacerse del poder y mantenerlo a como diera lugar, lo que se parece bastante a la realidad y en consecuencia desluce lo elusivo que el término lleva implícito.
La otra faceta que se le imprime al nuevo "modelo" es una diferenciación con los años noventa, que se suponen un desmadre del consumo, del gasto suntuario, y del "fenómeno shopping". Y si, la verdad que ahora, está todo cambiado.
Jé. Otra prueba de que en la Argentina, los discursos y la realidad están totalmente divorciados.
3 comentarios:
Es que vivimos en una sociedad más justa, Rubén.
Rubén, con todo respeto: es "Ahí tienen..."
"Hay" es del verbo Haber.
Gracias anónimo, fue un typo.
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