Hoy Clarín cuenta seis supuestas historias de gente que se sumó al plan de desarme civil. Una mujer golpeada, una viuda, un travesti que quería defender a la mamá, un chorro con intenciones de jubilarse y un cura que llevó dos tumberas de los asistentes a su merendero.
En dos de las historias, aparecen incongruencias con el marco legal planteado para el desarme, lo que hace pensar que toda la nota no es más que la habitual sanata. La viuda según se cuenta habría entregado 20 armas de colección, que prefirió llevar a destruir al RENAR antes que venderselas a un anticuario.
El caso del pobre curita, es más emotivo: habría dejado las tumberas desistiendo de cualquier compensación en dinero.
En un caso, se establece que sólo se aceptan 10 armas por persona, en el otro se dice claramente que no se entregará incentivo por armas de fabricación casera.
Muchachos, si van a mentir, por lo menos lean un poco para que las historias sean coherentes.
3 comentarios:
En el caso del cura hay dos cosas mas: él atiende un comedor para niños NO DEBE rechazar ningun dinero!!! y menos no habiendo motivos!.
Y otra cosa mas... si no quería el dinero ¿para que las fué a entregar al RENAR? sil as tumberas son un cacho de caño, hubiera sido mas simbólico destruirlas delante de los niños con un martillo o golpeándolas entre sí.
Esta bien que nos mientan alevosamente, pero aca admas de mentirosos, demostraron ser ignorantes.
No creo que sea otra cosa mas que lo de siempre, "sensibilizar", o "estigmatizar", "adoctrinar" en vez de "educar"
Tal como dice el manual p/ ONG desarmista.
¡qué bueno!, ¡¡ parece un casting para gran hermano XXIII !!
Canzoneri, Claudio I.
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