Acaban de denunciar que PDVSA, la empresa petrolera "roja, rojita", es más bien "blanca, blanquita".
José Palmar, el director del diario Reporte de la Economía, presentó a la justicia venezolana pruebas de que los buques de la empresa se habrían usado para tráfico de drogas.
Lo curioso de Palmar, que es un sacerdote chavista, es que denuncia que las operaciones ilegales le han costado 7.500 millones de dólares de pérdida a la petrolera. Un amigo venezolano me dice que todo puede ser una operación para "blanquear" (valga la redundancia) operaciones ilícitas intentando mostrar que el gobierno no tiene nada que ver en el asunto, igual que con la jaliva de Antonini.
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