Neilson dice ¿Tobogán o montaña rusa?
Mal que les pese, los Kirchner no han conseguido despegarse del caso. Por el contrario, con cada día que pasa se hunden más.
La gestión de Cristina ha arrancado mal, de ahí el regreso al centro del escenario de Néstor Kirchner. A menos que logré recuperarse, el país no tardará en despeñarse en una nueva crisis política de desenlace incierto. Es de esperar, pues, que resulte que la presidenta no viaje en un tobogán que sólo va hacia abajo sino que esté en una montaña rusa en que los bajones abruptos se vean seguidos por subidas igualmente repentinas. Dadas las circunstancias, lo último que necesita la Argentina es enfrentarse una vez más con el espectro de la ingobernabilidad, pero tal y como están las cosas ya no es inconcebible que se reencuentre con él antes de la fecha prevista para las elecciones presidenciales de 2011.
Oviedo ve Incertidumbre en el horizonte
"¡En diez minutos tiraron todo por la borda! Cristina había arrancado bien, despertando buenas expectativas, pero la reacción contra Estados Unidos fue un desastre, tiene un pésimo manejo de la situación", dice un muy importante empresario argentino.
Balestra desenmascara a Los que piden la luna
Los que piden la luna forman una raza. Una raza especial que atraviesa todos los genes, todas las pieles, todas las geografías, todos los idiomas.
Son los implacables jueces de las sociedades libres en las cuales, desde luego, viven. Los niveles concretos de libertad, confort y dignidad para millones están, para ellos, plagados de defectos.
Son quejosos perpetuos. No de los errores y de los horrores puntuales que siempre existen y existirán en cualquier sociedad humana, sino de esas sociedades como tales y como un todo.
La demanda lunar es –para estos rencorosos ingratos– un mecanismo de fuga y de disfraz. Ellos repudian estas sociedades, visceralmente, por sus virtudes; no por sus defectos.
Importa demasiado clarificar el tema. Sobre todo en la Argentina de nuestros días, donde el oficialismo de turno y sus compañeros de ruta se manifiestan cotidianamente como adoradores del satélite.
1 comentario:
Roller coaster, of course Mr. Neilson.
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