Castro Corbat:
Cristina no parece ser tan incondicional, carece de personalidad política, tiene sus personales intereses, sus discursos de barricada dicen, se contradicen y solo los escuchan los que están obligados; políticamente es intrascendente. El resultado de su gestión no se vislumbra como positivo.
Della Costa:
Alguien le preguntó al reo de la cortada de San Ignacio qué impresión le había causado el discurso presidencial y respondió dudando: “No sé… –dijo–. Lo que pasa es que lo escuchaba mientras veía a unos pibes cartoneros revolviendo en los tachos, por lo que al fin no sabía bien si estaba en Disneylandia o en Somalia”.
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