Según cuenta La Nación, Nicolás Sarkozy ha preparado un paquete de medidas para combatir la inflación en su país.
A pesar de su enorme fe en el Estado los franceses tienen un gobierno que al menos apunta a desregular - aunque sea un poquito - para intentar que los precios se rijan por la ley de la oferta y la demanda.
Parece que, aunque sea tímidamente, se intenta con estas medidas estimular la competencia y dinamizar los trámites necesarios para crear empresas.
Estatistas o no, los franceses están donde están por algo. No veo en la nota ninguna referencia a funcionarios matones que prepoteen a mayoristas y comerciantes. Tampoco se hace referencia a ninguna manipulación del índice de precios.
Ah. Olvidé comentar que la preocupación del gobierno francés por la inflación se debe a que la misma está en un 3,2%... anual...
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