25 de julio de 2008

El Mal ( sí, con mayúsculas)




'Eran cuatro.
Tomaron un bote desde Líbano y entraron en una casa de Naharia, en la calle Jabotinsky.
Después de matar al policía Eliyahu Shahar, secuestraron a Danny Haran, de 31 años, y a su hija Einat, de cuatro.
La mujer de Danny, Smadar, consiguió esconderse con su hijo Yael, de dos años.
Fue él mismo, Samir Kuntar quién ejecutó al padre ante su propia hija, y después aplastó el cráneo de la niña a culatazos, la arrastró hasta la playa y la remató con sus propios pies.
Cuando lo detuvieron, tenía restos de cerebro de la pequeña en su ropa.
En la refriega, también murió otro niño.
Durante los años que ha estado en una cárcel israelí, se ha casado, su mujer ha recibido subvenciones como mujer de prisionero, y se ha graduado en ciencias políticas en la Open University de Israel.
Nunca se ha arrepentido de ser uno de los criminales más desalmados que ha sufrido Israel, en su larga lista de atentados, y, a pesar de ello, Israel lo ha retornado a Líbano para poder recibir los cadáveres de sus dos soldados.
Decía el propio Kuntar, en la televisión libanesa, que envidiaba el tesón que tiene Israel por recuperar a los suyos, incluso muertos.
La historia de este asesino, convertido hoy en héroe en las calles de la Beirut secuestrada por Hizbolah, me sugiere una triple y dolorosa reflexión...'


Dramático escrito de Pilar Rahola, que puede leerse completo aquí, o en la página Web personal de la autora: http://www.pilarrahola.com/.

7 comentarios:

BlogBis dijo...

Y sobrevivió, y salió sano y bien alimentado de la cárcel israelí.
Y después payasos que esconden su antisemitismo atrás de una pátina progre se animan a criticar a Israel!

Raquel Reznik dijo...

Por eso dice tan bien Pilar: 'Puede que sea fácil y gratis criminalizar eternamente a Israel, pero en cualquier sociedad sana, las imágenes de la exaltación de este brutal asesino tendrían que causar estupor. No nos han causado nada. El estupor lo guardamos sólo para escandalizarnos con Israel'.

Anónimo dijo...

Creo que es ya hora de que Israel se preocupe más de los vivos que de los muertos. No es posible sobrevivir como sociedad cuando los cadáveres de dos o doscientos soldados israelíes valen tanto a más que las vidas de dos o doscientos israelíes que van a pagar por esta obsesión con recuperar cuerpos. Vivos, sí, recupérenlos si es posible, pero también hay límites. La triste aritmética de medio oriente dicta que los árabes, fecundos cual conejos, se pueden dar el lujo de sembrar terroristas. Si los judíos valoran tanto o más a los muertos que a los vivos, sólo ayudan a sus enemigos.

Todos estos criminales saben que los israelíes los canjearán tarde o temprano. Mucho mejor sería empalarlos (sí, en serio; no fusilarlos y nada de inyecciones) o quemarlos, de ese modo el mensaje se oiría bien claro: si te agarro, te vas a arrepentir de haber nacido. Hasta ahora toda esta mierda de gente mata, mata, y mata, y después obtienen educación gratis, alojamiento y comida a costillas del contribuyente israelí. Y cuando finalmente los canjean, son héroes.

Me hierve la sangre pensar en esto. Por lo menos antes de soltarlo pudieron haberlo infectado con algo para que se pudra en vida. O a la recepción de héroe que le dieron sus malditos amigos, camaradas, y simpatizantes, los israelíes debieron haber aportado uno o dos cohetes.

Llamar hijos de perra a esta lacra es insultar a las pobres perras.

Sergio Flores

Raquel Reznik dijo...

Coincido totalmente.
Es un deber y una obligación del estado de Israel rescatar a los cautivos, pero no creo que a cualquier precio.
Nosotras lloramos, y los asesinos festejan?
Si sólo de mí dependiera, la historia obviamente sería otra.

Carlos dijo...

Israel es la avanzada de Occidente frente a los bárbaros.
Yo he palpado de cerca el antisemtismo de los europeos que en su loca carrera hacia la autodestrucción se bajan los pantalones ( y levantan las polleras, diría la botóxica) frente al Islam mientras adjudican a Israel ( y a EEUU) todas las desgracias de la tierra.
La foto de Zapatero con sus sonrisa boba y luciendo el trapo palestino en el cuello es un ejemplo de esa claudicación.

Cogito Argentum dijo...

muy buen post, Raquel

Martín Benegas dijo...

No lo entiendo, ¿porqué Israel ha flaqueado y ha accedido a negociar con terroristas? No hay nada que negociar, hay que aplastar a la jihad y eliminar su semilla de la faz de la tierra, a los tibios los vomita Dios y eso lo deberían saber quienes hoy gobiernan Israel que con sus acciones están deshonrando la memoria de las miles de víctimas de la locura fundamentalista islámica.