6 de julio de 2008

Mientras tanto, en la plaza...

El pasado sábado estuve en las inmediaciones del Congreso, mientras puertas adentro se legitimaba (¿?) una de las exacciones más escandalosas que recordara nuestra historia.


Nadie en la plaza.
Sólo móviles con movileros durmiendo (se comieron toda la noche la cobertura),
y una humedad terrible.
Olor a caca de palomas y de canes, y la mugre.




El Congreso, cercado y con custodia, mientras adentro gritaban, puteaban y golpeaban.
¡Ahh, juventud, divino tesoro!!


Las carpas K, las únicas que quedaban en primera plana (salvo la de Castells, bien lejos).




Ni los de Vialidad faltaron a la cita.
Muy loca la figura del carnicero de La Cabaña, con un hard hat...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=rvOKW8Bbkm0
CACEROLAZO TODOS LOS DIAS HASTA QUE SAQUEN LAS RETENCIONES!

BlogBis dijo...

Smilin' muy bueno lo suyo!

Sine Metu dijo...

Smilin': ¿Qué se siente atravesar esas tolderías?
En serio.
Yo suelo cruzar la plaza de mayo (vacía) cada vez que ando por BsAs y puedo, y siento una especie de angustia.
Especialmente desde que enrejaron la casa rosada.

Tha Smilin' Leprechaum dijo...

Sine Metu:

Caminando por esas tolderías (y entrando en las mismas para recoger panfletos) no pude dejar de hacer la comparación entre esa situación (te recuerdo: calor humedad, olores fétidos, periodistas hinchados las bolas, ñoquis e idiotas útiles)y el cielo prístino y el clima de fiesta que pasáramos el 25 de mayo en el Monumento a la Bandera.

Es como el día y la noche. Lo de Rosario fue un orgullo cívico para reenviar por cuanto mail se pudiera; ésto es de una angustia -como vos decís- que pocas veces sentí como ciudadano.