6 de agosto de 2008

Inflación inevitable?



A comienzos de los años 20 del siglo pasado, la inflación alemana anual llegó a ser de 2 billones%.
Una libra de manteca alcanzó entonces un precio cómico: 4 trillones de marcos.
La que no fue cómica, en modo alguno, fue la historia que -montada en buena parte sobre el primer desastre de la moneda alemana- condujo al Tercer Reich.
A mediados de esa década, el valor del marco alemán se había reducido a una trillonésima parte del que tenía en 1913.
La inmediata segunda postguerra trajo una nueva hiperinflación.
Es común decir que semejantes hecatombes implantaron el miedo a la inflación en el código genético del pueblo alemán.
El resultado fue el Bundesbank, paradigma de los bancos centrales independientes.
Nada qué hacer: la democracia liberal, y un banco central autónomo, son factores esenciales de la estabilidad de precios en una economía de mercado.
Cualquier debate sobre la independencia de los bancos centrales debe ir más allá, mucho más allá, de una discusión sobre los modelos económicos y de política económica.
Es la lección de la historia.


Portafolio

Los bonos soberanos argentinos que se ajustan por el índice de inflación han caído estrepitosamente a los niveles de 2005, cuando se los emitió en la unilateral refinanciación de la deuda morosa, a causa del descrédito de los índices oficiales de costo de vida, que son burdamente falseados por el gobierno.
Hoy la inflación reprimida ronda entre un 55 y un 120% y puede dispararse en cualquier momento.
Parece que Argentina no aprendió.

1 comentario:

Victor dijo...

Si queres ejemplos contemporáneos de hiper fijate Zimbabwe. La gente va a los mercados con bolsas llenas de billetes para la compra del día.

Aca esta todo encaminado, el Tio Hugo compro 1.000 millones en bonos argentinos.

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