30 de agosto de 2008

Kamikaze, ese viento divino


Como una mancha pegajosa, la manía del estado empresario se extiende fácilmente por estas tierras de promisión.

El gobernador Jorge Capitanich (Chaco) procederá a lanzar a la empresa estatal de aeronavegación comercial Aerochaco, que no opera desde hace casi 15 años.
En el Salón Obligado (Casa de Gobierno, Resistencia) el primer mandatario concretó la firma de la carta de intención y el Decreto de creación del Fondo Fiduciario Aerochaco.

Chaco día por día

Una empresa estatal es por naturaleza ineficiente, deficitaria y corrupta, por el mero hecho de no tener dueño.
Una empresa del Estado está predestinada a la quiebra.
Aunque rara vez caiga en ella en razón de que el Estado la subsidiará a perpetuidad.

Jorge Avila

Como siempre, exigiendo el sacrificio de los intereses individuales en nombre de un ideal superior de signo colectivista y carácter de apariencia seudo-trascendente.
El estado debe estar limitado exclusivamente a las áreas que le son propias.
Las leyes nunca deben interferir en las conductas que no produzcan daños a terceros.
Pero debe existir un sustrato social y cultural -de aceptación mayoritaria- que soporte y defienda la libertad individual y la propiedad privada.
Los pobres son perfectamente capaces de trabajar, ahorrar, invertir y mejorar sus vidas con su propio esfuerzo.
No necesitan la ayuda de ningún grupo de iluminados estatistas que pretendan proveerlos de bienes y servicios que terminarán pagando -todos y todas- mucho mas de lo que valen, por medio de impuestos e inflación.
Pero el pueblo aplaude, gracias su credulidad indiferenciada.
Tanto los estatistas ingenuos como los humanistas tienen en común una imagen esquizofrénica del ser humano.
Hipócritamente le atribuyen o presuponen al prójimo las cualidades negativas que niegan acaloradamente cuando de sí mismos se trata.
La gran mayoría de las intervenciones del Estado se limitan -simple y llanamente- a proporcionar ventajas a un grupo, a costa de otro grupo.
El estatismo es la antítesis del mercado libre, pero la ceguera que aflige a muchas personas en lo relacionado con este punto es tal que muchas veces los efectos históricos y contemporáneos del estatismo se atribuyen al capitalismo.
Sería lo mismo que culpar a la libertad por las malas consecuencias de la esclavitud.
El estatismo, siempre que se ensaya, destruye los fines que anuncia.

Posiblemente sea verdad que Latinoamérica quiere ser pobre, como dijo hace un tiempo Mario Vargas Llosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ah bueno... a ver quein es el primero que se anima a subirse a un Aerochaco!!!