16 de agosto de 2008

Offshore



'Desde enero salieron US$ 11.000 millones'.

La Nación

Quienes conozcan latinoamérica y recuerden un poco de su historia reciente, admitirán -respecto a las verdaderas causas que hay detrás de la fuga de capitales- que ellos no salen al exterior porque no tenemos apego a nuestra tierra, o porque tengamos una avaricia incontrolable, sino por razones mucho más prosaicas y directas: salen por el temor a la confiscación, y a las expropiaciones que -de mil formas diferentes- hemos sufrido a manos de nuestros gobiernos.
Las administraciones latinoamericanas se endeudan fuera de toda lógica, proporción y medida; realizan gastos imposibles de cubrir, juegan alegremente con el valor de la moneda, emiten en exceso, y administran sus presupuestos con total carencia de sensatez y de honestidad.
Mientras así conducen las finanzas públicas, a nosotros -simples ciudadanos y ciudadanas- no nos quedan en realidad más que dos alternativas: o dejar nuestros ahorros para que sean robados impiadosamente por estos gobernantes irresponsables, o colocarlos -para resguardarlos- en lugares donde se respetan las reglas del juego y así puedan sernos útiles para mantener el nivel de vida de nuestras familias, hacer inversiones o, simplemente, tenerlos a nuestra disposición para cuando necesitemos recurrir a ellos.
La mayoría de las personas sensatas -que queremos que no nos quiten lo que legítimamente es nuestro- optamos por sacar nuestro dinero hacia lugares -en el mar, alejados de la costa- donde no lleguen las influencias de quienes irresponsablemente destruyen el futuro de estas tierras de promisión.

1 comentario:

Sine Metu dijo...

Los gobiernos argentinos han sido sistemáticamente violadores seriales del derecho de propiedad.