10 de agosto de 2008

Otra dosis de dirigismo



El montonerato insiste en su manía regulatoria.
Y, como si esto fuera poco, el Defensor del Pueblo de la Nación muy alegre de cuerpo expresó: 'En una materia tan importante como es la salud de la población no pueden prevalecer a ultranza conceptos como libertad de contratación o libre mercado, al menos si se pretende la prevalencia del bien común por sobre los intereses particulares'.

Viendo el estado calamitoso de los hospitales, resulta incomprensible la absurda intromisión estatal en el sector privado de la salud que -con aciertos y errores- funciona muchísimo mejor que el público.

¿'No será too much'... como bien comenta Pepe refiriéndose al curioso inglés que domina la presidenta?

8 comentarios:

Gabrielote dijo...

En esto tengo q apoyarlos, es cierto lo que dice el Defensor del Pueblo (que ya hizo sobradas muestras de su razonabilidad), hay ciertos aspectos que no pueden dejarse a la libre mercado.

Recordemos que el libre mercado tiene como unica meta el dinero, colmar los deseos de los individuos. Y la salud no debe ser dejada a este juego de intereses.

Y esta "intromisión" no puede ser entendida nunca como un castigo, sino como una guarda de protección. Una linea, que si es cruzada por el sector privado afecta el bien común.

Sine Metu dijo...

Otra prueba de que el pueblo argentino tiene lavado el cerebro.
LA IDEOLOGIA MATA MAS GENTE QUE LAS BOMBAS Y LAS BALAS.
Este es un caso clarísimo.

Raquel Reznik dijo...

Lo más grave -el verdadero problema- es que prácticamente la totalidad de la clase dirigente, incluyendo la inmensa mayoría de la población, cree que el 'modelo' es bueno, y que lo único que falla es la implementación... lamentablemente me parece más vigente que nunca.

Mariana y Marcelo dijo...

No se les ocurre que la salud es también el interés particular de aquellos que se mueren en lista de espera.

El agujero negro presupuestario de la "salud pública" es insaciable; la corrupción en ese ámbito es total y se verifica en todas sus formas. Debido al sistema de incentivos imperante, el negocio está en el encarecimiento artificial, el despilfarro, las trabas administrativas y el maltrato. Pero con dignidad, claro.

Renunciar a la educación a cambio de adoctrinamiento estatal gratuito tiene su precio: cerebros lavados masivamente.

Anónimo dijo...

si y no. Debieran obligar a todas las obras sociales y prepagas a terminar con la discriminacion por edad. Si te queres cambiar a los 75 años, por darte un ejp, quièn cornos te toma? adiv inaste, nadie!!!!! y asi tantas cosas mas, que a veces ni habiendo leyes cumplen.

Martín Benegas dijo...

Gabrielote: una cosa es que el estado pague por un servicio y otra muy distinta es que lo provea, ¿no te parece que sería mejor subsidiar a los pobres que realmente demuestren que lo necesitan con bouchers para que se atiendan en hospitales privados y no esa falacia de la "salud pública y gratuita" que pagamos todos y que es ineficiente y costosa? Justamente el libre mercado y la libre competencia hace que los empresarios mejoren cada vez más el servicio para satisfacer y atraer a sus clientes eso se aplica a cualquier bien o servivio, salud y educación incluidas.

Sine Metu dijo...

TANSTAAFL

Anónimo dijo...

Me parece que tanto la salud como la educación y la seguridad son funciones a las que el estado no debe renunciar. Hasta los países con mayor libertad económica gozan de un buen sistema de salud pública y gratuita que no es ineficiente y costosa como presupone Martín. Esa es la forma, en mi opinión, que tiene el estado de controlar los excesos en estos aspectos, dándole a la gente la opción entre privado o público. Estoy totalmente de acuerdo en que el estado no debe intervenir en absoluto en los negocios entre privados, como lo son las prepagas. Pero sería muy inocente pensar que las prepagas no especulan con este tema y abusan del hecho de que no existe un sistema de salud pública seria. Mi madre esta afiliada a una prepaga desde hace 18 años y desde hace 6 debe pagar 40% mas de cuota por haber superado los 70 años de edad, por supuesto no puede abandonar la prepaga porque ninguna otra la tomaría por tener más de 65 años, ya que están todas de acuerdo en este tema, y no tiene otra opción que quedarse en la que está o morirse. Es ahi donde radica el abuso y la especulación de las prepagas, están todas de acuerdo y no se da una auténtica libre competencia que es la base de un sistema de mercado libre. Benjamín Franklin decía "No es por la solidaridad del panadero que vamos a tener pan en nuestra mesa, sino por su interés" y tiene mucha razón, pero eso, a mi entender, no justifica al panadero, aunque tenga libertad de hacerlo, si quiere especular con el hecho de ser el único, o que en caso de no serlo, se ponga de acuerdo con los otros panaderos en abusar de su situación. El abuso, aunque sea en libertad, siempre es abuso.