22 de agosto de 2008
Rentas extraordinarias
El terreno que el ex presidente de Argentina Néstor Kirchner le vendió a Horst Paulmann en las inmediaciones del viejo aeropuerto El Calafate -y por el cual obtuvo ganancias en torno a US$ 1,8 millón- tiene su historia.
Allí el grupo Cencosud planea construir un complejo comercial y de entretenimientos, buscando captar el creciente flujo de turistas, considerando que la ciudad es la puerta de entrada a la atracción turística más imponente de la región, el glaciar Perito Moreno.
El negocio se remonta a 2006, cuando el matrimonio formado por el entonces presidente Néstor Kirchner y su esposa (entonces senadora, y actual mandataria) Cristina Fernández, encabezaron una lista de afortunados adjudicatarios de terrenos fiscales a precios muy por debajo del mercado.
La adjudicación la hizo -sin que mediara la licitación que exigía la ley- el entonces intendente de la ciudad, un conocido aliado de la pareja.
El reparto de tierras baratas también favoreció a decenas de parientes y amigos del matrimonio presidencial, varios de los cuales compraron a 7,50 pesos argentinos el metro cuadrado y pocos días después revendieron en hasta 120 pesos.
En su momento, y a pesar de los buenos réditos que prometía la compra, Kirchner solicitó a las autoridades de El Calafate un plan de pagos para no tener que saldar la compra al contado.
Por aquel entonces, las inmobiliarias de la zona estimaban que los precios reales de los terrenos valían entre cinco y dieciséis veces más que la ganga en que fueron ofertados, ya que allí está garantizado el suministro de luz.
El Mercurio de Chile
Defendiendo 'la mesa de los argentinos', esta 'renta extraordinaria' -que no es fruto del trabajo sino de la corrupción y de la especulación- merecería -más que una retención móvil como la que quisieron aplicar salvajemente al campo- una inmediata confiscación, y obviamente el encarcelamiento de los actores.
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