
¿Lo ven?
Sí, ese que es altísimo, al lado de ese volcán inmenso que está por erupcionar, que es el de la deuda externa, de todos y de todas.
Y vos Randazzo no me mires a mí, mirá la montaña, lacayo, que para eso te aguanté en el viaje, a vos y a tu mal aliento.
Y no se olviden de las toallas y sábanas de lino egipcio, de ponerme dos plasmas gigantes en el dormitorio, de mis 30 asistentes, mis 199 sirvientes y mis 1.800 custodias, que no vengo nunca a estos lugares de crotos y quiero por lo menos dormir tranquila en la mejor suite de acuerdo con mi investidura, porque como yo siempre dije, a todos y a todas, soy muy respetuosa de las instituciones.
2 comentarios:
En la mirada de Randazzo se ve que está enamorado.
Parece una pintura de Kim Il Sung señalando el venturoso futuro de Corea del Norte.
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