19 de octubre de 2008
Eugenesia
'El avance en reproducción humana para salvar vidas no le gusta al Papa'
Crítica Digital
Palabras más, palabras menos -y con muy mala intención- la abrumadora mayoría de los medios así titularon la oposición de la Iglesia Católica al nacimiento en España del primer bebé seleccionado genéticamente para salvar a su hermano.
Estamos hablando de Javier, que nació en el Hospital Virgen Rocío de Sevilla y que fue implantado genéticamente para salvarle la vida a Andrés, que tiene 6 años, y padece una beta-talasemia mayor, una grave enfermedad hereditaria.
Lo que sucede es que la noticia está deliberadamente incompleta.
Benedicto XVI fue entonces la voz de los que no fueron escuchados: los embriones enfermos y aquellos que, estando sanos, no eran compatibles genéticamente -con Andrés- y fueron eliminados.
No se trata de un detalle menor.
La natural alegría que provoca la posibilidad que el niño enfermo se cure queda empañada por los sacrificios previos que -en etapa temprana- hicieron posible, mediante la selección y el descarte, que solamente prosperara Javier.
La nota citada incluye las opiniones de tres expertas -Susana Sommer, Ester Polak de Freíd y Liliana Blanco- que no las transcribo por su extensión, y que con distintas argumentaciones cuestionan las expresiones de Benedicto XVI.
Los dictámenes de las tres mujeres caen en el mismo error: omiten -como si no hubiera sucedido- la silenciosa eliminación de los otros hermanitos.
Yo trato de respetar la opinión de todo el mundo.
Pero por una cuestión de honestidad, al menos creo que primero a la historia hay que contarla completa.
No soy católica, y puedo estar o no de acuerdo con la opinión de Benedicto, pero hasta ahora él fue el único que lo hizo.
Por eso, y por la valentía de disentir públicamente aún sabiendo que sus palabras iban a ser tergiversadas, merece nuestro respeto.
Además, la Iglesia Católica no se opone al nacimiento de Javier -como aviesamente se informa- sino a negarle el derecho a la vida a los otros pequeños.
Bueno, y que las críticas que le hacen también le escapan al bulto aporta -para mí- otro argumento de peso que apunta a que el Papa tiene razón.
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2 comentarios:
Yo si soy católico, y la verdad me encanta cuando Bnedicto o, llegado el caso Bergoglio dejan de ser políticamente correctos y les dicen un par de cosas a los progres. Lo triste es que muchos "católicos" están a favor de la eugenesia o aun a ovor del aborto.
Toda una vida viendo como los progres sirven de tontos útiles a los socialistas y comunistas. En cualquier tema, con cualquier excusa, siempre contra cualquier Dios, contra la vida y contra Occidente.
Como un alien que se agarra al cuerpo de su victima, le come y lo vacía.
Qué gentuza, Dios.
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