21 de octubre de 2008

Historias de vampiros



Me gustan las historias de vampiros. Desde el Drácula de Bram Stoker hasta las novelas de Anne Rice.

Las historias de vampiros suelen ser bastante populares. Lo muestra la gran repercusión que tienen las películas sobre el tema.

Cautiva ver la relación que se establece entre el vampiro y su víctima. El monstruo le succiona la sangre poco a poco, día tras día. La víctima no sabe escapar a esa relación subyugante y que le va quitando la vida hasta transformarla en uno de los suyos... o matarla.

Acaso la víctima no reconoce que la están utilizando, acaso siente placer al sentir que su fluido vital es fuente de inmortalidad para el que se ha transformado en su amo.

En la ficción, la existencia de estos seres constituye una peste para la humanidad. El deber de todo mortal es exterminarlos para evitar que todos nos convirtamos en uno de ellos. Para no acabar como ellos, emboscando inocentes en los callejones con el fin de convertirlos en sus marionetas. Para toda la eternidad.

Poco o nada puede detenerlos.

Para acabar con ellos hay que esperar a la luz del día, introducirse en sus guaridas, encontrar sus ataúdes y abrirlos, cortarles la cabeza o clavarles una estaca a la altura de su inerte corazón.

Pocos se animan a realizar una tarea tan temeraria.

Me gustan las historias de vampiros, pero sólo en la ficción, no en la vida real.




5 comentarios:

Diva-gante dijo...

Deberían volver al estado también, todas las propiedades privatizadas en El Calafate, incluyendo hoteles boutiques!
Saludos!

Anónimo dijo...

Decirles vampiros es dignificarlos demasiado a estas sanguijuelas inmundas.

Anónimo dijo...

A mi todoe sto me hace acordar mucho a la iconografía de "la Maquina del tiempo", de HG Wells. No se si se acuerdan un mundo divido entre los Elois, que viven frivolamente, y los Morlocks, que los crían y se los morfan, aun cuando los primeros no tienen para nada claro la mecánica de la relación. Simplemente, una sociedad de ovejas y lobos, o de ganado llevado al matadero. La política argentina apunta directamente a eso, deprime y sume en la impotencia a la población que se preocupa por los asuntos nacionales hasta que finalmente por salud mental renuncia a dicha responsabilidad, y esto deja la via libre a la clase política para hacer lo que le cante.

Jorge dijo...

max.
es que los vampiros son más cool. y es así como los K se creen que los ven.

lo de los Morloks es una buena figura para representar a la mafia sindical...

Mariano Iraola dijo...

Hay que sacarlos y encerrarlos. No soy afectado por el nuevo saqueo porque al momento de empezar a trabajar (2004) me inscribi en reparto porque ya les habian robado 60.000 M en 2001. Igualmente creo que el sistema de reparto no deberia existir.

Repito: HAY QUE ECHARLOS A PATADAS EN EL CULO.