8 de octubre de 2008

Próceres

En la página del ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), muy recomendable para todos aquellos que quieran reir (o llorar) un rato, hay un apartado dedicado a los "próceres" de cada país latinoamericano, al que ingresé hoy guiado por la curiosidad, para ver que decía esta gente sobre nuestros San Martín, Belgrano, Sarmiento, o Alberdi.

Sin embargo, grande fue mi sorpresa al descubrir en la nómina de "próceres" argentinos (integrada además por el Che Guevara, Carlos Mugica, Perón y Evita), a una persona totalmente ignota para mí: ¡Tania Tamara Bunke Bider!

Conmovido por la novedad (y algo molesto con los textos escolares que siempre me ocultaron la existencia de esta heroína), corrí al link respectivo para conocer su biografía, y me encontré con el siguiente mamarracchio:
Nacida en Buenos Aires en 1937, Tamara Bunke era hija de padre alemán y madre polaca, ambos comunistas. En 1951, los padres regresan a su país para ayudar en la reconstrucción de la República Democrática Alemana. Para mantener allí la lucha contra el fascismo, al llegar se integró a la Juventud Libre Alemana. En 1960 conoció al Che, quien viajó a la RDA al frente de una delegación. Ambos argentinos, se creó un circuito de simpatía entre ellos, por lo que Tamara decide establecerse en Cuba y contribuir a la defensa de la primera revolución socialista latinoamericana. En 1963, comenzó un riguroso entrenamiento operativo para el trabajo de inteligencia, que le capacita para cumplir complicadas y arriesgadas misiones, vivir clandestinamente, recopilar información, soportar en silencio todos los padecimientos sin poder compartir tampoco las alegrías revolucionarias. En su interior todo se tiene que transformar. Tamara queda atrás y nace Tania, la que luego sería, junto al Che, la heroica guerrillera de las selvas de Bolivia. La idea del Che no era que participara en las acciones, sino dedicarla a la información y mantenerla como reserva. Ya en Bolivia, en julio de 1966 Tania inicia los preparativos para la llegada de los guerrilleros: alquiló casas de seguridad que pudieran servir de almacenes y preparó recipientes para el envío de mensajes cifrados. Cuando el Che llegó a Bolivia se entrevistó con ella y le transmitió las últimas instrucciones. A partir de entonces se incorpora a la lucha armada. Le entregan un uniforme de campaña y un fusil M-1. El Che la destina a la columna de la retaguardia, que sale hacia Río Grande. La adaptación de Tania al medio geográfico fue asombrosamente rápida. Había momentos en que había que descolgarse por sogas, gatear, prácticamente arañando sobre las rocas. Caminaba a pesar de las terribles llagas que tenía en los pies. Las comunicaciones con la otra columna guerrillera eran pésimas y se pierde contacto con el Che, que durante semanas trata de localizarle infructuosamente por la espesura. A finales de agosto, la retaguardia llega a la casa del traidor Honorato Rojas, un campesino de la región. Los guerrilleros durmieron en su casa y, al despuntar el alba, se retiraron. Esa misma noche, el capitán Mario Vargas instruyó a Rojas: Usted haga lo que los guerrilleros le han pedido -le dijo-. Pero hágalos cruzar el Vado exactamente donde yo le diga y no más tarde de las tres. El 31 de agosto, a la hora convenida, los guerrilleros se encontraron con el campesino, quien les guió un trecho y les indicó el Vado. Los soldados esperaban agazapados en ambas márgenes del río, prestos a presionar el dedo en el gatillo. Tania fue la penúltima en sumergirse. El agua casi le llegaba hasta la cadera cuando se escucharon las primeras ráfagas. Intentó agarrar su fusil pero una bala le atravesó el pulmón, siendo arrastrada por la corriente. Los soldados no encontraron su cadáver hasta siete días después. Desde entonces, cada 31 de agosto, manos desconocidas llenan de flores aquel lugar donde se encontró su cuerpo. De este modo la guerrillera Tania, la flor silvestre de Río Grande, convertida ya en leyenda, revive el grito de libertad que recorre América Latina.

Para todos aquellos que -despues de leer las proezas de esta prócer- decidan tatuarse su rostro en la nalga, o en el omóplato, aquí les dejo su foto.

4 comentarios:

BlogBis dijo...

Pobre camarada Tania, la flor silvestre del Río Grande. Mas que leyenda es apena historietita.

Triste destino, los revolucionarios argentinos. Pero no imorta, volverá y será sillones.

General Cangallo dijo...

Más respeto con la prócer!!!

(pronto empezarán a juntar llaves para erigirle una estatua)

Anónimo dijo...

jajajajajja, lo peor es que en el relato se hace muy transparente otra fantochada de los zurdos voluntariosos pero inutiles. Llagas en los pies, es lo último que le pasaría a un soldado entrenado. Se fue alla pensando que era un picnick y los amigos la hicieron matar como a un perro y por eso es un procer. Que fenómenos son los progres con que facilidad fabrican proceres. Lo bueno es que para fabricar un procer de estos te sirve cualquiera (mucho mérito para recibir tiros no hace falta).

Carlos dijo...

¡Honorato Rojas viejo y peludo nomás!