La decisión de la corte de Apelación vuelve a considerar a los dos cónyuges, musulmanes y de origen magrebí, como casados, precisaron las fuentes.
El caso ha provocado un gran revuelo en Francia, sobre todo después de que el pasado 1 de abril el Tribunal de Gran Instancia de Lille decidiera anular el matrimonio por considerar probado que la esposa había mentido sobre su virginidad, lo que constituía un perjuicio a las 'cualidades esenciales de un cónyuge'.
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Dentro de las 'cualidades esenciales de un cónyuge' está también que el marido sea lo suficientemente hombre como para no someter a su mujer a semejante ultraje.
Además, después de cierta edad, la virginidad debe considerarse como una enfermedad, por fortuna fácilmente tratable.
4 comentarios:
espero que no se convierta en otra víctima de la barbarie islámica
Resulta difícil opinar sin leer el fallo, pero a priori, no advierto que el mismo guarde relación con la religión de los cónyuges (en este caso musulmana).
En cualquier caso, y más allá de lo que cada uno opine sobre la virginidad, me parece peligroso que un Tribunal se arrogue la potestad de decidir cuales son las cualidades esenciales que un cónyuge debe reunir, pues ese no es un dato objetivo que pueda surgir de alguna ley.
Por el contrario, se trata de un dato eminentemente subjetivo, y lo que el fallo debe analizar, por ende, es si una determinada cualidad (en este caso sería la virginidad) es esencial en el caso concreto bajo análisis.
Dicho de otro modo, lo que para alguien puede resultar intrascendente, para otro puede resultar crucial.
En este caso, por ejemplo, entiendo que la anulación debió dictarse, pero no por el hecho objetivo de que la chica no haya sido virgen, sino por otra circunstancia de mucho mayor peso: Porque mintió a su novio, sabiendo que para éste, su virginidad era algo esencial.
Ni el Estado francés (ni ningún otro) tiene derecho a decidir cuales son las cualidades esenciales que las personas deben observar en otras para proponerles matrimonio.
A uno podrá parecerle que el color de pelo es intrascendente, y a otro podrá parecerle fundamental.
El punto es que, si al momento de contraer matrimonio, uno de los cónyuges engaña al otro en una característica que éste otro considera esencial, el engañado no es verdaderamente libre para elegir, con lo que su consentimiento matrimonial se encuentra viciado y, por tanto, corresponde dictar la anulación del acto.
Por lo menos así lo veo yo.
Debe ser por eso que las agarran a los 9.
Pero para estar seguros se las reservan desde antes.
Estoy de acuerdo en la esencia de lo que Gral. Cangallo argumenta. Pero, el problema nace en el miedo que la mujer perteneciente a una familia musulmana, tiene en cuanto a revelar si tuvo o no relaciones sexuales pre matrimoniales con su novio o con otro.
Evidentemente, una cultura como la islámica no puede convivir dentro de otras más liberales en ese sentido.
Tal vez un matrimonio musulman inmigrante se sienta relativamente cómodo el Francia o EEUU, pero sus hijos/as no podrán interactuar en el ambiente diario y guardar la Shaira, o usar la carpa que le dan por vestido sin sentirse sapo de otro pozo, no podrán evitar ser discriminados y muchas veces con la crueldad que caracteriza a los chicos y jóvenes.
¿Como hace una adolescente/mujer nacida y criada en Francia para decirle a sus padres y su novio musulmán que no es virgen, sin que ello implique escándalos familiares y, en algunos casos, el asesinato?
Hay que empezar por proteger, realmente, a esas mujeres. Lo que se hace con ellas por el hecho de ejercer el derecho natural de amar, es irracional, bestial, algo que me hace renegar del género humano (vean las ejecuciones el el sitio de Martha Colmenares).
Solo a partir de allí podrá considerarse que dicha mujer miente libremente, con intención real de dolo. Antes de eso era una actitud de defensa.
Saludos a todos.
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