27 de noviembre de 2008

Con ojos de mujer...

Hace unos días, así, de pronto, en mi casa dejó de funcionar la cocina. Sólo podíamos usar el horno, que es eléctrico, y el asunto estaba bastante incómodo.
Llamé a un técnico, de esos que cobran más que los médicos y tardan más que la grúa en llegar, pero resultó ser que la cocina no tenía nada.
El problema estaba en el gas.
Lo primero que hice fue revisar las últimas facturas, para ver si había pagado o si la empresa que nos suministra el gas de nuestra cocina se había cansado de esperar.
Pero no, todo estaba en regla. Llamé a la empresa.
Después de hacer 853 llamados, a la central, a la filial, a la división reparaciones y a no sé quién más, me prometieron que el técnico vendría el martes.
Obviamente, no apareció.
El miércoles, otros tantos llamados.
Rogué, supliqué, me enojé e hice algunos pucheros, y me lo prometieron para el miércoles.
Obviamente, no apareció.
El jueves -ayer- a la nochecita, decidí cambiar de estrategia y se me ocurrió utilizar el 'efecto soldado'.
Llamé al señor Avigdor, que era el último en la línea de llamados y le dije: 'tengo un hijo que es soldado combatiente y mañana viene a casa por el fin de semana, después de tres semanas. ¿No le parece que yo le tengo que cocinar algo?'.
Avigdor soltó una risita avergonzada y dijo: 'POR SUPUESTO. Yo me voy a ocupar'.
Esta mañana bien temprano vinieron a arreglar el gas.
El técnico me explicó que lo había mandado especialmente Avigdor, se disculpó por haberse demorado tanto, y me preguntó por mi hijo el soldado, que en qué base está, cada cuánto viene a casa y si piensa quedarse en el ejército y hacer carrera.
Y ahora, ya no tengo excusas. Me voy a cocinar…

Roxana Levinson, vía DesdeIsrael

Sugiero leer todo el artículo de Roxana: 'El efecto soldado en la sociedad israelí'.
Creo que está impecable, y que por encima de las simpáticas anécdotas que lo adornan y le dan brillo encierra un mensaje muy profundo que podría ser motivo de una seria reflexión en estas tierras de promisión.

La hermosa página de Roxana Levinson se llama 'Medio Oriente... Con ojos de mujer', y el link está aquí

2 comentarios:

marisa lopez dijo...

pero nena, esa chica vive en Argentina mas bien.......jaja

DesdeIsrael.com - Comentarios dijo...

Gracias Raquel por reproducir el artículo de nuestra amiga Roxana y linkear su blog. Se lo merece.

Che, que tal si fundamos una página que se llame link-kasher.org, a algunos maestros del copy/paste nunca referenciado no les vendría mal ;)

Daniel