La maleta de Antonini Wilson persigue permanentemente a los Kirchner, y además siempre los captura en momentos muy inoportunos.
La primera vez fue cuando el parlanchín transportador de caudales empezó a hablar en los tribunales de Miami: Cristina Kirchner y su esposo estaban en Nueva York para asistir a la asamblea de la ONU.
Vivieron su semana anual en la exquisita ciudad norteamericana con el eco incesante de la lengua vocinglera de Antonini Wilson en Miami.
Ahora, la justicia estadounidense le acaba de dar la razón, implícitamente, al ex compinche de Hugo Chávez.
Antonini Wilson aseguró desde el principio que la valija no era de él, sino que la traían funcionarios argentinos, y que el dinero estaba destinado a la campaña electoral de Cristina Kirchner.
En verdad, Cristina no necesitaba de tales recursos para su colmada campaña, pero es posible que hayan sido sólo parte de un traslado constante de dinero ilegítimo entre funcionarios argentinos y venezolanos.
La realidad podría ser peor que la suposición de Antonini Wilson o que la versión que él recibió.
Las actuales novedades producirán algo más que la ruina de un viaje anual, mezcla de trabajo y de vacaciones.
La decisión del tribunal de Miami coincidió con el momento política y económicamente más crispado, y más peligroso también, de la era Kirchner.
Cuando la Presidenta estaba en Nueva York, tuvo hasta margen para cometer el error de creer que la crisis financiera internacional afectaría sólo a las principales economías del mundo, a la que llamó, irónicamente, 'efecto jazz' por su epicentro en los Estados Unidos.
Bien.
Ahora es la Argentina el país latinoamericano más afectado por la crisis internacional.
Esa afectación no proviene de su condición de economía desarrollada, como les sucede a los Estados Unidos, a Europa y a Japón, sino porque decidió meterse sola en el ojo del huracán.
La estatización de los fondos de pensión, un manotazo a la propiedad privada de millones de argentinos, agravó las previsibles consecuencias en la economía local de la caída de los precios de las materias primas.
La economía argentina está en terapia intensiva.
Los manejos económicos son errores cada vez más visibles.
La eventual corrupción, reiteradamente denunciada, se está convirtiendo, en cambio, en una pesada deuda moral del kirchnerismo gobernante.
La Nación
El peor default en que cayó Argentina no es económico, sino moral.
Del económico podés salir -más o menos averiado o averiada- poniendo unos pesos y refinanciando.
Del moral -lamentablemente- no salís más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario