Amadeo habló de que en Argentina no pasará nada, especialmente nada bueno, por los destratos y maltratos del gobierno argentino hacia los EEUU.
El planteo era más o menos el siguiente: Si gana Obama, que va a ganar porque no existe ninguna otra posibilidad, va a jugar la carta de Brasil, para que sea el interlocutor dentro de Sudamérica.
Tokatlian arriesgó temerariamente que Argentina tiene, desde el G20, la oportunidad de liderar el camino al multilateralismo y la reconstrucción del sistema financiero internacional. (Berp!) Hasta planteó la oportunidad argentina de alinearse con Brasil, Chile y Uruguay para ser parte del eje del equilibrio. Si esa es la oportunidad que ve el universitario, deberíamos mandarlo a un buen oftalmólogo, porque el ejecutivo argentino ya se jugó por otro eje, el de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina. El eje del mal.
Cisneros piensa lo mismo hoy en LN, pero con un poco más de realismo sobre los desaprovechadores crónicos de oportunidades:
Abandonamos aquel triángulo virtuoso para recalar en el socialismo jurásico del siglo XXI e intoxicarnos en un ejercicio autosatisfactorio de ensoñaciones adolescentes más propio de una asamblea universitaria que de la cancillería argentina.
Tratemos, entonces, de que por lo menos no nos sea hostil. Y si fuera posible, ni siquiera indiferente, considerando que los países menores terminan pagando los errores propios y, además, los errores del más grande.
1 comentario:
Ojo que Tokatlian la tiene clarísima. La viene pegando desde el pronóstico de un inminente golpe de estado en EEUU.
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