Aunque Néstor y Cristina Kirchner disfruten como nadie sus fines de semana en el Calafate -a pocos kilómetros del parque nacional Los Glaciares- a la presidenta no le tembló el pulso a la hora de vetar la Ley de presupuestos mínimos para la protección de los glaciares y del ambiente periglaciar, aprobada el 22 de noviembre por el Senado.
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El mensaje del Gobierno Nacional es claro: la minería es más importante que el agua, y las mineras podrán usar el agua que necesiten, incluso aquella que se encuentre congelada y como reserva para cuando esta escasee.
OPI
Típico del ladri-progresismo que impera en estas tierras de promisión.
Muchos embustes, palabreríos, discursos y posicionamientos drásticos, pero a la hora de la verdad se sacan la careta y responden únicamente a los intereses de quienes los financian.
Y si el glaciar o el medio ambiente se hacen mierda que lo arreglen otros, -si pueden- y listo.
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