3 de noviembre de 2008

Simple: en español el masculino es genérico e incluye a las mujeres.



'El jueves 23 de octubre, se informa en el diario sobre un proyecto de ley por el cual, a fin de evitar la tan mentada discriminación por sexo, se deberán utilizar las palabras en femenino, y se da como ejemplo «empleados y empleadas». Sostiene la autora que no existe norma en el idioma que impida ese uso.
¿Es cierto?
Defendí en su momento y sigo defendiendo la voluntad de la Presidenta de usar la forma femenina de su título, una forma que está documentada en nuestra lengua desde hace más de quinientos años, que se usó primero para designar a la mujer de un presidente y se usa desde el siglo XIX, cuando las mujeres pudieron presidir algo, aunque más no fuera una sociedad de beneficencia o un club de bordado, para las que ejercen por derecho propio ese cargo.
Si la Presidenta hubiera preferido ser llamada presidente, también lo hubiera aceptado, dado que este sustantivo puede ser de género común (aunque seguiría prefiriendo presidenta, que es hoy en día la forma más usual), porque, si existen dos formas de una palabra, uno tiene derecho de emplear la que más le guste, aunque no sea la favorita de la mayoría.
Pero, en vista de este proyecto, debo concluir que, si la ley es necesaria, entonces es inconstitucional y la Presidenta está usurpando un título, no el de presidente, porque, como acabo de decir, una mujer puede ser llamada presidente, sino el que la habilita para serlo, el de ciudadana.
Porque si el masculino genérico con que la Constitución habla de ciudadanos, senadores, diputados, jueces y ministros no fuera suficiente para incluir a las mujeres, con la ley que concedió derechos de ciudadanía a las mujeres y con la elección de mujeres para esos cargos se estaría violando la Constitución desde hace décadas.
...
En español, lo que tenemos es el masculino genérico y los cruzados de la corrección lingüística quieren eliminarlo agregando el sustantivo femenino, sin comprender que así discriminan y excluyen a la mujer, porque le impiden incluirse en una clase más general.
Y me pregunto cómo harán cuando a esos sustantivos tengan que aplicarles adjetivos. ¿Llamarán a concurso de 'profesor asociado o profesora asociada' o de 'profesor o profesora asociado o asociada'?
Y más difícil será cuando esos adjetivos sean predicativos. ¿Dirán que 'los niños y las niñas son inquietos e inquietas', que 'los empleados y las empleadas son muy trabajadores y trabajadoras'?
¿Y qué género elegirán para ocupar el primer lugar?
Porque si el primer lugar se le da al varón, puede entenderse como una preferencia machista, pero si se le da a la mujer, puede entenderse como una galantería también machista.
...
No hay ley, decreto ni resolución administrativa que pueda imponer un cambio en la lengua desde una posición de autoridad si la comunidad hablante no lo acepta.
El proyecto de la senadora tiene sin duda las mejores intenciones, pero de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno.

Lucila Castro

Lo lindo que tiene Lucila Castro es que a ella la entendemos todos y todas.

3 comentarios:

Victor dijo...

Demasiado claro, demasiado simple y demasiado verdadero para estos tiempos de construcciones falsas articuladas rebuscadamente.

Carlos dijo...

Lo de las buenas intenciones de la legisladora lo dice Lucila castro con ironía, porque sabemos que lo que tiene es obsecuencia hacia su jefa botóxica.

Alex dijo...

A mi me esta gustando mucho la palabra ´DELINCUENTA´