La Nacion
Es curioso.
Este pobre señor estaba gravemente afectado por una enfermedad progresiva e incurable.
No cuesta mucho imaginar que -con sus facultades mentales intactas- su vida era un infierno.
Tomó una decisión personal -nadie puede juzgar si buena o mala- y alguien lo asistió, por la sencilla razón que su condición era de invalidez física total, y su voluntad no alcanzaba.
El problema parece que no es lo que pasó, sino que lo muestren.
El suicidio fue hace 2 años, y aún hoy la sociedad hipócrita se niega a sentir piedad.
2 comentarios:
simple: el que lo quiera ver que lo vea y el que no que cambie de canal, no se porqué tanto escándalo con este tema.
pasa que aca todo lo que no esta prohibido , es obligatorio, como decia mi viejo...
Seria bueno si dejaran todos que el resto del mundo viva en paz.
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