Aquí tenemos un pequeño ejemplo del conservadurismo rancio y berreta de parte de la sociedad argentina, pero en envase intelectual y progre.
Unos vecinos de un barrio de la ciudad de Buenos Aires reclaman que el edificio de un antiguo cine ahora abandonado se convierta en un "centro cultural". Rechazan que el gobierno de la ciudad lo utilice para albergar dependencias burocráticas.
En todas las ciudades del mundo los cines clásicos de barrio han mutado en centros comerciales o bien en cines a la usanza moderna, con múltiples salas de proyección de películas comerciales y puestos de venta de pochoclo.
En Buenos Aires eso no se puede tolerar. Hay que mantener lo viejo para que siga subsistiendo.
Que siga funcionando el cine como antes, como si no hubiera pasado nada. A organizar proyecciones de "La Patagonia Rebelde" o "La hora de los hornos" y a debatir con los vecinos entre mates y olor a pis de gato. Ah! Y que la cuenta la paguen los contribuyentes, claro.
15 comentarios:
Al que defiende la plaza pública también lo llamás progre-conservador?
No te olvides de algún festival de las abuelas o la embajada de Iran.
Muy buen post, Jorge.
Excelente post. Yo hace años que apoyo por ejemplo la causa de convertir Auschwitz en un lindo parque de diversiones privado
@Carlos C.: La plaza pública es propiedad del estado.
Ese cine es propiedad privada que los vecinos pretenden expropiar, o al menos limitar al dueño sobre sus posibles usos.
@sine metu:
No, ese cine es propiedad del estado. Lee el artículo.
@Carlos C.: Justamente, de lo que trata el post es de que la gente prefiere tirar su dinero en tonterías improductivas antes que dejar que la iniciativa ciudadana desarrolle actividades productivas genuinas.
@j.c.robles
No creo que el cine El Plata tenga chances de ser declarado patrimonio de la humanidad, pero por ahí si te hacés ciudadano polaco podés proponerlo.
@sine metu: Pensar que todo debe tener un fin productivo es un error grueso.
como ciudadano hace años propuse transformar Campo de Mayo en un enorme, internacional y lujoso country de putas finas. Una especie de mansion Playboy pero a lo macho. Argenta, popular. Y productiva, como no.
Carlos C,
estoy de acuerdo con que no todo tiene que tener un fin productivo.
¿estarán dispuestos entonces los ciudadanos preocupados por el viejo edificio a financiar el emprendimiento cultural con dinero proveniente de su propio bolsillo en lugar de pedir que lo paguen todos los porteños?
@Jorge: no. porque el mecenazgo es perverso, es un grupito de poderosos imponiendo agenda cultural.
|-D
Para mí el primer error fue de Ibarra al gastar el dinero de los contribuyentes en comprar esa basura.
Que lo rematen, y el que lo compre que haga con él lo que se le cante.
sine metu:
no. porque el mecenazgo es perverso, es un grupito de poderosos imponiendo agenda cultural.
Es una ironía, no?
@Carlos C.: Qué son las políticas oficiales culturales del Estado sino un grupito de perversos imponiendo agenda cultural?
Sí, claro que era una ironía.
Publicar un comentario