18 de diciembre de 2008

Secuestro extorsivo

Cuando LA NACION consultó a la Presidenta sobre si habrá avances en el caso Molina, ella se retiró raudamente y se perdió por los pasillos del hotel.
'Gracias, gracias', se despidió.
Esa es la clave de la relación con Cuba, además de la vieja deuda impaga del régimen castrista con la Argentina.
Pero en la comitiva decían que el primer paso para destrabar el caso Molina es que Cuba tenga una señal de los Estados Unidos sobre el bloqueo.
Sólo entonces Raúl Castro podría completar su actitud más aperturista que la de su hermano enfermo, Fidel Castro, el líder de la revolución, el más duro verdugo de la libertad de Molina.
Cuba ya dio un pequeño paso.
Permitió que Hilda Morejón, la madre de Hilda Molina, se radicara en la Argentina.
'Es un pequeño pasito', dicen en el Gobierno.

La Nacion

Las exigencias del secuestrador serán cuidadosamente satisfechas.
Esperemos que una vez que cobre el rescate no termine matando a las víctimas.

PS: la secuestrada jura que si la liberan, no hablará de sus captores.

1 comentario:

Carlos dijo...

La culpa es de Obama.