Políticamente, lo mejor de 2008 es que se termina.
El gobierno nacional pasó de millonario a mendigo.
De las tasas de crecimiento chinas a los planes para cambiar lavarropas y heladeras viejas; de los anuncios faraónicos tipo Tren Bala al manotazo desesperado a las AFJP para solventar créditos bajo el pomposo título de 'plan anticrisis'.
De la ilusión inicial con Néstor Kirchner al derrumbe de las expectativas.
El nivel de desconcierto del gobierno nacional abruma, los errores políticos son tan groseros que cuesta entender hacia dónde va, qué es lo que quiere el jefe del oficialismo, que lejos de irse a 'un café literario' llenó de barreras la gestión de su esposa y sucesora.
La Capital
Estos sátrapas no tienen escrúpulos, y dudo de una transición ordenada.
1 comentario:
La transición será todo, menos ordenada: Necesitarán provocar un gran tumulto para después escapar desapercibidos.
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