25 de enero de 2009

Die Judenschublade


Ella es atípica, libre, treintañera, trabaja para la Jüdische Gemeinde -una de las tres comunidades de Berlín-, vive en un piso social con su hijo, habido de soltera -no está bien visto, pero ¿por qué habría de esperar a un buen marido?-, y resume en un pis-pas primero los detalles: 'La estrella de David es símbolo de la vida; en la cocina koscher, la carne y la leche nunca se mezclan; los muy ortodoxos tienen dos frigoríficos, dos cocinas; es una antigua tradición, desde que nuestro pueblo vivía en el desierto'.
Y luego el estado de la cuestión: 'Existen tres comunidades en Berlín: Jüdische Gemeinde; Adass Jisroel, en el Este, que son unos trescientos; georgianos ortodoxos de historia peculiar desde el siglo XIX; y los ultraortodoxos de Chabad Lubawitsch, cada vez más numerosos y fortalecidos'.
Pero las sinagogas están unidas, asegura.
'¿Que si son abiertas o tolerantes? Ninguna religión es realmente abierta. Es religión. Un rabino ortodoxo no trabajaría en una sinagoga liberal. En una ortodoxa no podría oficiar una rabina'.
Para Ella, los problemas comunitarios son dos: de generación y de procedencia.
'Los rusos, a un lado; los judíos polacos y alemanes, al otro. Estos últimos creen que son los auténticos, los que han salvaguardado la tradición. Los otros se defienden diciendo que en su caso se trataba de sobrevivir y la religión en su país era incompatible con el régimen comunista'.
Otro chiste lo confirma: 'Dos judíos, tres opiniones, cinco partidos'.
...
Si quisiéramos, podríamos decir a los alemanes: 'Para nosotros también los tiempos han cambiado, y vamos a empezar a venir a vuestras ciudades para tomar posesión de nuestra herencia. Pero, escuchad, no a exigir indemnizaciones. Eso se acabará pronto, lo más tardar con la desaparición de la última víctima; dos o tres generaciones más... Comenzaremos a venir a por las cosas que nos interesan. Nuevas, seguro; pero otras muchas viejas que hemos perdido. Cada uno a por lo suyo'.
Y enumera: la Bauhaus, Erich Kästner, El anillo de los Nibelungos, las galletas de jengibre, la sopa de invierno, Kathe Kollwitz, Walter Benjamin, el restaurante en el zoo de Berlín Este que parece el comedor del kibbuz, el judaísmo perdido, Moses Mendelssohn o Felix Mendelssohn Bartholdy o Erich Mendelssohn, la atmósfera de esta gran ciudad cuyas noches tanto se parecen a las de Tel Aviv, los mercadillos de Navidad, el vino caliente...
'Y no os preocupéis, no cogeremos nada que no sea nuestro... la Wilhelmstrasse y Buchenwald y el silencio de la rampa de Majdanek os seguirán perteneciendo para siempre'.

El País

Avitall Gerstetter, alemana, 35 años, de familia israelí y formación judía tradicional.
Su voz es tan hermosa que la comunidad judía de Berlín le financió los estudios en USA para convertirla en cantante oficial religiosa.
Es la primera 'kantorin' alemana de la historia.
La música sagrada judía en Berlín ha dado, además, un paso adelante con la inauguración en septiembre pasado del Jewsish Institute of Cantorial Arts.

Foto

Bueno, 'Kantorin' es solamente una oficiante ritual profesional, con voz agradable y pericia para el canto.

4 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

Ah, la Bauhaus.... Kandinsky, Klee, Mies, Gropius... estaban treinta años adelantados a su tiempo...

Klaus Pieslinger dijo...

Voy a arruinarle el chiste fácil a Sine Metu: Paul Klee no diseñaba bikinis.

Rāḥēl Reznik dijo...

:)
:)
! דלעת

Sine Metu dijo...

No caigo.
La pelirroja se parece mucho a Neko Case.