En primer lugar, le pone un precio al terror: los israelíes no podemos seguir siendo atacados con impunidad, porque los terroristas saben que si ellos deciden eliminar a otros se convierten ellos mismos en objetivos a ser eliminados.
Segundo, es un método de defensa propia: los ataques preventivos eliminan a personas que de otro modo nos asesinarían.
Si bien es verdad que hay otros que tomarán su lugar, sólo pueden hacerlo a sabiendas de que también se convertirán en blancos.
Tercero, desequilibra a los terroristas.
Los extremistas ya no pueden planear tranquilamente una operación; más bien deben mantenerse en movimiento, mirando constantemente por encima del hombro, y les costará un esfuerzo mucho mayor cumplir con sus metas.
Por supuesto, esta política también tiene costos.
Además de la condena internacional, Israel se arriesga a revelar el nombre de confidentes que con frecuencia brindan información necesaria para hallar a los terroristas.
En ocasiones, los soldados también deben participar en operaciones muy riesgosas que, ocasionalmente, causan trágicos daños colaterales a la propiedad y las personas.
La crítica más común de la 'eliminación preventiva' es que no hace ningún bien porque perpetúa un ciclo de violencia de la cual los terroristas buscarán venganza.
Esto es probablemente el argumento menos convincente contra este plan de acción, porque la gente que se vuela para convertirse en mártir siempre podría encontrar una justificación para sus acciones.
Están determinados a hacernos saltar del Oriente Medio y no se detendrán hasta lograr su meta.
Pero siempre es una tragedia cuando mueren civiles inocentes en una operación contraterrorista.
Sin embargo, los civiles no se arriesgarían si la Autoridad Palestina arrestara a los terroristas, los asesinos no eligieran esconderse entre los no combatientes y los civiles rehusaran proteger a los asesinos.
Israel no ataca las áreas palestinas indiscriminadamente.
Por el contrario, las FDI se cuidan mucho de elegir como blanco a personas que están planeando ataques terroristas contra civiles israelíes.
Las fuerzas israelíes tienen un historial de precisión en tales asaltos, no obstante, a veces se cometen errores.
Mientras los terroristas no se excusan por atacar a civiles, y los agreden deliberadamente, Israel siempre investiga las razones de los errores y toma medidas para evitar que vuelvan a ocurrir.
Los palestinos han aprendido de su fabricación de atrocidades en el pasado que una falsa denuncia contra Israel consigue la inmediata atención de la prensa y atrae simpatía por su causa.
Las correcciones que inevitablemente siguen a estas falsas denuncias rara vez se ven, se leen o se advierten.
Mitos y Realidades
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