Pasa en los viajes que uno se encuentra algunas sorpresas, joyas inesperadas que aparecen de casualidad fuera de programa. Así en Madrid me topé en el Palacio Real con una exposición organizada en el marco de la conmemoración de los 200 años de la guerra de la independencia, bajo el título Ilustración y liberalismo, 1788-1814.
Las colecciones y documentos reunidos en la muestra (que terminaba el 11 de enero) reflejaban el cambio de pensamiento entre el apogeo de la Ilustración, quizá con Carlos IV, donde desde la misma monarquía se impulsa el sapere aude hasta la irrupción del pensamiento liberal en los años de la Guerra de la Independencia y dejando de paso el trazo del triste papel que le cupo a Fernando VII.
Un período relevante por cuanto marca el cambio de la relación de la Metrópoli con América, y por que el advenimiento del pensamiento liberal se asocia directamente con los movimientos revolucionarios que estallaron en este lado del mundo, reflejando una parte significativa de la historia común que los argentinos -y los americanos en general- suelen olvidar, como si nuestros países hubieran aparecido de la nada en las primeras décadas del siglo XIX.
Como suele suceder en estos casos, acompañaba a la muestra una excelente publicación, que no compré no por el valor de la misma, sino por el costo posterior de sumar al equipaje un par de kilos extra. Una pena.
4 comentarios:
Ilustres liberales, suena bien
y cuando formamos el partido liberal y nos convertinos nosotros en ilustres liberales??suena bien tambien esto,si??
chapeau
Ilustre, creo que nos quedó alguna línea pendiente al respecto. Estuve de viaje, y quedó en el tintero.
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