Pero como ya no alcanzaba ni con una presión impositiva salvaje, el gobierno de Cristina Kirchner inauguró en 2008 la etapa confiscatoria.
La idea fija es la de siempre: gastar más, más y más.
Ya sabemos que la primera estación recorrida fue un fracaso.
Las retenciones móviles fueron bochadas por el Congreso en julio pasado, pero el Gobierno, ni lerdo ni perezoso, el Día de la Madre les robó a millones de argentinos los ahorros que estaban haciendo para su vejez en el sistema de capitalización, al eliminar las AFJP.
La Nacion
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