7 de febrero de 2009

Sex and the City, but...

El sexo es una cuestión que en general nadie quiere explorar cuando se trata de sus propios padres.
Y cuando ellos son muy viejos, el asunto luce todavía más incómodo.
Pero considerando lo que está pasando hoy en día con el Viagra, con las citas por Internet, los anuncios personales y las conversaciones sexuales francas que ya se han instalado naturalmente en la vida cotidiana...

¿Por qué la sexualidad no debe ser parte de la conversación a cualquier edad?

Bueno, algo entretenido, aquí.

Aprovechando que nadie está visitando el blog, quiero decir que en nuestra cultura ver una pareja de adolescentes besándose y toqueteándose en la calle nos resulta emocionante y divertido, mientras que lo mismo por parte de una pareja de adultos o ancianos nos parece ridículo y absurdo.
Generalmente esas reacciones sociales negativas -que invariablemente se racionalizan con explicaciones inverosímiles- son producto del miedo.
Bueno, el miedo no es poca cosa, habida cuenta que fue -en realidad- el primer sentimiento del primer humano en este mundo:


Bereshit 10: Él dijo: 'Oí Tu voz en el jardín, y tuve miedo, pues estoy desnudo, así que me escondí'.

5 comentarios:

Cogito Argentum dijo...

El 84, ella 79. Primera cita, van a un telo. Despues de consumar, en el barcito de la esquina.

El: "Perdoname, si hubiera imaginado que eras virgen te llevaba a un lugar mejor."

Ella: "Perdoname vos, si hubiera imaginado que se te paraba me sacaba la medibacha."

Pablo dijo...

Geriátrico.
Una ancianita salió a dar una vuelta por el jardín, depués de una apacible cena.
Con su torpe oído alcanzó a escuchar un sollozo detrás de la arboleda, y hacia allí se dirigió.
Encontró a un señor, un poco mayor que ella sentado en un banco, llorando a moco tendido.
Se acercó y le preguntó:
- ¿Porqué está así? ¿Lo puedo ayudar?
El la miró con ternura y con voz entrecortada, respondió
- La verdad es que me da vergüenza.
- Por favor -respondió ella- dígmelo con total confianza.
- Bueno, lo que sucede es que en este lugar tan apasible y tranquilo hizo que mi mente comenzara a divagar y llegué a la triste conclusión que hacía muchos años que ninguna mujer, me sostenía el pene.
- ¡Caramba señor! -respondió la anciana- eso si es algo que no había escuchado nunca. Pero, si una cuestión tan simple, soluciona su problema, entonces cuente conmigo.
Y así, todas las noches, después de cenar, se encontraban en el mismo sitio y permanecían sentados juntos, sin hablar mientras ella sostenía en sus manos, el deseo del caballero.
Pero, una noche, la anciana llegó al banco de costumbre y él no estaba. Lo aguardó durante horas y como no apareció nadie, asustada comenzó a buscarlo por el lugar.
Llegó a la zona de la piscina y grande fue su sorpresa, alli estaba el caballero y con otra dama. Ofendida y celosa, arremetió directamente hacia él y le gritó
- ¡Desagradecido! ¡¡¿Qué es lo que tiene esa desgraciada que no tenga yo!!??
El la miró con ternura y respondió
- ¡Parkinson!

Pablo dijo...

Fe de erratas: donde dice "apasible" debe decir "apacible"
Sorry

Martín Benegas dijo...

Pareja de ancianos, se conocieron por Internet ella 76 el 80, se encuentran y es tal el flechazo que deciden ir a un hotel alojamiento, llegan, entran a la habitación, se desvisten y ponen sus dentaduras postizas en vasos con agua en sus respectivas mesas de luz, comienza el acto sexual y luego de unos segundos el dice -sesenta setenta? ella responde - noventa cien, "me esta cargando" piensa él, de nuevo -sesenta setenta? -noventa cien "esta vieja me esta cachando ya me estoy enojando" piensa el anciano, intenta nuevamente -sesenta setenta? -noventa cien, ambos interrumpen el acto y se ponen las dentaduras el anciano visisbemente ofuscado pregunta -Se siente si te entra? -No me entra bien

Rāḥēl Reznik dijo...

Miedo!
Pero miedo a nada, químicamente puro!
:)
:)