La botóxica, en Santiago del Estero:
Me critican por mis aciertos, no por mis errores.
Perfil
Adviertan lo peligroso de la idea.
Porque ella entonces debe creer que la alaban por sus equivocaciones.
...
El psicópata es una persona asocial, altamente impulsiva y agresiva, que generalmente carece de sentimientos de culpa, además de ser incapaz de crear lazos de afecto por tiempo prolongado, y que frecuentemente tiene explosiones agresivas, mostrando una capacidad afectiva seriamente dañada.
Posee una estructura narcisista, cuyas ansiedades básicas primarias son de características francamente persecutorias que pueden alcanzar gran intensidad, por lo que necesita imperiosamente agredir a los demás.
Es intolerable a la frustración, y una mínima privación le produce un intenso sufrimiento yoico.
Su juicio es en desconexión con la realidad, y esto posibilita las existencia de frecuentes y densas fantasías y ansiedades persecutorias.
Las características de su pensamiento están dadas por la permanente hostilidad, y los juicios que hace están en función de esa hostilidad, de manera que existe un nivel consciente de tremenda distorsión.
La conducta delictiva que más frecuentemente se manifiesta en el psicópata es el robo.
No duda en mentir, manipular, engañar y hacer daño para conseguir sus objetivos, sin sentir por ello remordimiento alguno.
La psicopatía es incorregible.
Los psicópatas son egoístas, narcisistas, iracundos, manipuladores e implacables.
Tras su modo de comportarse no hay nada.
Están totalmente vacíos.
Detrás del supuesto carisma o capacidad de liderazgo se esconde en el psicópata una pasmosa realidad: la de un ser sin conciencia moral alguna.
Después de la cárcel el lugar más habitual en el que se puede encontrar a un psicópata es en el gobierno.
Y hay que buscarlos en las posiciones de dominio y máximo poder jerárquico.
Los psicópatas son individuos con una sofisticadísima capacidad para hacer el mal a causa de su nula predisposición a ponerse en el lugar de sus víctimas y de sentir pena, lástima o compasión por ellas.
El psicópata disfruta con la extorsión y el abuso.
Todos los psicópatas poseen tres características en común: son individuos muy egocéntricos, sin empatía hacia los demás, e incapaces de sentir remordimiento o culpa.
...
Lo único que podemos hacer frente a una persona psicópata es mantenernos lo más lejos posible de ella.
Porque ella entonces debe creer que la alaban por sus equivocaciones.
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El psicópata es una persona asocial, altamente impulsiva y agresiva, que generalmente carece de sentimientos de culpa, además de ser incapaz de crear lazos de afecto por tiempo prolongado, y que frecuentemente tiene explosiones agresivas, mostrando una capacidad afectiva seriamente dañada.
Posee una estructura narcisista, cuyas ansiedades básicas primarias son de características francamente persecutorias que pueden alcanzar gran intensidad, por lo que necesita imperiosamente agredir a los demás.
Es intolerable a la frustración, y una mínima privación le produce un intenso sufrimiento yoico.
Su juicio es en desconexión con la realidad, y esto posibilita las existencia de frecuentes y densas fantasías y ansiedades persecutorias.
Las características de su pensamiento están dadas por la permanente hostilidad, y los juicios que hace están en función de esa hostilidad, de manera que existe un nivel consciente de tremenda distorsión.
La conducta delictiva que más frecuentemente se manifiesta en el psicópata es el robo.
No duda en mentir, manipular, engañar y hacer daño para conseguir sus objetivos, sin sentir por ello remordimiento alguno.
La psicopatía es incorregible.
Los psicópatas son egoístas, narcisistas, iracundos, manipuladores e implacables.
Tras su modo de comportarse no hay nada.
Están totalmente vacíos.
Detrás del supuesto carisma o capacidad de liderazgo se esconde en el psicópata una pasmosa realidad: la de un ser sin conciencia moral alguna.
Después de la cárcel el lugar más habitual en el que se puede encontrar a un psicópata es en el gobierno.
Y hay que buscarlos en las posiciones de dominio y máximo poder jerárquico.
Los psicópatas son individuos con una sofisticadísima capacidad para hacer el mal a causa de su nula predisposición a ponerse en el lugar de sus víctimas y de sentir pena, lástima o compasión por ellas.
El psicópata disfruta con la extorsión y el abuso.
Todos los psicópatas poseen tres características en común: son individuos muy egocéntricos, sin empatía hacia los demás, e incapaces de sentir remordimiento o culpa.
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Lo único que podemos hacer frente a una persona psicópata es mantenernos lo más lejos posible de ella.
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