(Mario Techera) no dudó en vender a sus patitos cuando estuvo en un gran apuro: empezaban las clases, no tenía útiles ni zapatillas, y quería estudiar. Vendió 15 de sus 16 patos. Le dieron 150 pesos. Compró todo lo que necesitaba.
ClarínComo dirían en España: "Ole! Los cojones de este chico!"
Ya lo dijimos varias veces en Blogbis.
¿Cuándo se va a acabar el cuento de la educación pública y gratuita en Argentina?
¿De qué sirve la gratuidad cuando a cambio de ofrece baja calidad, si es que se llega a ofrecer algo?
Además el Estado ineficiente que financia un sistema educativo en la ruina llevando continuamente a la pobreza a millones de familias que luego se encuentran con que la gratuidad es totalmente virtual, como en el caso de este chico.
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