El payaso venezolano está desolado, al caer en la cuenta que ahora que se le adelgazó la billetera ya no lo llaman como antes, cuando lo dejaban regalar refinerías, estadios, tableros electrónicos y hasta contracumbres marplatenses con la participación del Diego, el mismo que ahora no tuvo empacho en hacerle remachar 4 goles a su selección de fútbol.
El, tan Socialista del siglo XXI, y ni siquiera lo invitaron a la cumbre de dirigentes progresistas en Viña del Mar. Así que despechado acusa a Bachelet de poner en riesgo la unidad latinoamericana.
Por ahora le queda el amor de Khaddafi, que por lo menos le ofrece muchos pañuelos de papel para que se seque las lágrimas.
2 comentarios:
Regla de potrero: Cuando uno es el dueño de la pelota siempre lo pasana buscar para jugar, ahora cuando uno no tiene pelota juega cuando vale la pena para algun equipo.
Estaba escrito, pero por suerte, el monkey no sabe "leer".
El simio debe estar ofendidísimo con Barbie Bótox. Ya lo cambió por el mejor postor, léase los chinitos
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