Desde un lado de la frontera se movilizan 5.000 efectivos militares. Desde el otro, piden reforzar la actual vigilancia con unos 1.000 soldados.
Lo raro del caso, es que los dos bandos buscan enfrentarse a un enemigo común: los carteles de la droga mexicanos, los mismos que sentaron sus reales en la Argentina K , como quedó claro con el tema de la efedrina, sin que a nadie se le moviera un pelo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario