21 de marzo de 2009

Hopscotch


Rayuelarte


Bueno, ese juego se originó en las islas británicas, durante la dominación del imperio romano, con el fin de entrenar a los soldados.
Muchísimo después - nunca supe por qué-  se hizo común entre las niñas.

Rocamadour, ya sé que es como un espejo.
Estás durmiendo o mirándote los pies. 
Yo aquí sostengo un espejo y creo que sos vos. 
Pero no lo creo, te escribo porque no sabes leer...
Hay una cosa que se llama tiempo, Rocamadour, es como un bicho que anda y anda.
No te lo puedo explicar...
Pero lloro lo mismo, Rocamadour, me equivoco, porque a lo mejor soy mala o estoy enferma o un poco idiota, no mucho, un poco pero eso es terrible, la sola idea me da cólicos, tengo completamente metidos para adentro los dedos de los pies, voy a reventar los zapatos si no me los saco, y te quiero tanto, Rocamadour, bebé Rocamadour, dientecito de ajo, te quiero tanto, nariz de azúcar, arbolito, caballito de juguete ...



2 comentarios:

Carlos dijo...

Recuerdo cuando leí por primera vez "Rayuela", la tristeza que me dio ese primer capítulo en el que la Maga le habla a Rocamadour que está muerto.

Rāḥēl Reznik dijo...

Edith Aron.